"Por mucho que estés entrenado, es imposible reproducir la escena de dolor en la cara de los familiares"
Rafael Arnau, Ángel Moratalla y Piña acaban de regresar de Adiyaman
Rafael Arnau y Ángel Moratalla (y Piña), bomberos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) de Alicante tras viajar a Turquía, en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Rafael Arnau y Ángel Moratalla han llegado con tiempo para la entrevista en Radio Alicante. Y lo han hecho acompañados de Piña. Los tres acaban de llegar después de trabajar a contrarreloj para tratar de encontrar personas con vida entre los escombros de las calles de Adiyaman, en el sudeste de Turquía.
En la memoria las ganas de localizar personas aún vivas tras el terremoto y sus réplicas. "Por mucho que estés entrenado, es imposible reproducir aquella escena con el dolor que se veía en las caras de los familiares, el cansancio y también la esperanza", han relatado. Para ellos, también para Piña, adiestrada para el rescate, era mucha responsabilidad tener que confirmar que no había supervivientes entre los escombros porque las familias no se movían a la espera de noticias.
"Nosotros, desgraciadamente, no hemos podido localizar a nadie con vida, y era muy duro, porque esas familias no abandonaban los montones de escombros y permanecían sin perder del todo la esperanza", explica Ángel con la imagen aún en la memoria. Rafael destaca las noches que las familias pasaban alrededor de una fogata: "Era la manera de sobrevivir" y de permanecer en una imagen que no olvidaremos.

María Cáceres
La necesidad de saber
Relatan Rafael y Ángel esa necesidad de la gente de saber qué ha pasado con sus seres queridos. Había una persona que era "facilitadora" del Gobierno, explican, y "nos llevó a una de las misiones con mucha prisa porque habían oído ruido. Pero enseguida vimos que no era una misión oficial". "Nos llevó a su casa, porque necesitaba una confirmación y lo intentamos una y otra vez, pero el resultado fue negativo", lamentan. Fue entonces cuando lo aceptó, nos abrazó y volvimos a las misiones oficiales.
Muchos momentos para el recuerdo y para un pueblo, destaca Ángel ante el que "nos quitamos el sombrero por su gratitud y entereza en un país devastado".
La sensación es agridulce, porque "queríamos dar sentido a la labor de tanto tiempo, ya que uno entrena para poder localizar a alguien y que el tiempo de respuesta sea el mínimo. Nos hubiera gustado llegar antes", expone. De ahí la idea de que se forme una unidad canina con un reglamento dentro del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPES) de Alicante, y que en casos como éste la actuación sea más rápida.
Piña, la perrita más polivalente
En estos momentos, señalan, hay tres perros de rescate reconocidos y 8 en espera, y Piña es el can más polivalente, adiestrada para el escombro y para grandes áreas oliendo el rastro de personas vivas. Por ello, viajó a Turquía y realizó un gran trabajo. Ángel relata que fue muy valiente: en su primera salida lo hizo muy inquieta, pero ya en la segunda "fue meticulosa y tranquila y trabajó intensamente en todos los sitios que le indicamos. No sabíamos cómo iba a reaccionar ante esos olores tan fuertes y lo hizo muy bien".
Eso sí, recuerdan el metano, que los ha acompañado en el día a día y que "es difícil de olvidar".
Un milagro
También presenciamos un milagro que nos vino bien como equipo y es que "vimos mucho alboroto y en ese momento sacaban a una niña viva entre volandas que pasaba de mano en mano". "Yo no pude contener las lágrimas y fue un subidón", dice Rafael.
Ha sido su primera gran misión fuera de España, tras un terremoto, y ya están dispuestos a volar de nuevo para buscar, en las peores condiciones, supervivientes de catástrofes.
Piña trata de recuperar todavía fuerzas y durante la entrevista, en el estudio, ha decidido descansar.
Piña, perra adiestrada para la búsqueda de supervivientes, en Radio Alicante / Silvia Cárceles Pozo
Piña, perra adiestrada para la búsqueda de supervivientes, en Radio Alicante / Silvia Cárceles Pozo




