La pobreza, cada vez más feminizada: más de la mitad de atenciones en Casa Caridad en València ha sido a mujeres
La Asociación Valenciana de Caridad ha atendido en 2022 a un total de 2.173 mujeres en sus diferentes servicios, 842 más que al año anterior
València
Más de la mitad de las personas atendidas por la Asociación Valenciana de Caridad en 2022 ha sido a mujeres. Una cifra que pone de manifiesto el creciente fenómeno de la feminización de la pobreza que desde la crisis socioeconómica se ha visto agravado. Según los datos de Casa Caridad, en los últimos años la presencia de mujeres en los diferentes servicios de la asociación ha ido aumentando progresivamente y ha llegado a atender en 2022 a 2.173 mujeres, 842 más que el año anterior.
En este sentido, Luis Miralles, presidente de Casa Caridad ha advertido que “las dificultades en el mercado laboral, las responsabilidades familiares, la dificultad de acceder a una vivienda y la mayor vulnerabilidad hacen que las mujeres usuarias de Casa Caridad necesiten una atención especializada. Por este motivo, desde la asociación hemos adaptado nuestros servicios y también hemos creado programas específicos priorizando una atención personalizada para dar respuesta a sus necesidades de manera individual”.
La Asociación Valenciana de Caridad ha registrado el porcentaje más alto de mujeres atendidas desde sus inicios en todos sus servicios, una cifra que viene determinada por la desigualdad de género y las barreras sociales y económicas, y que provocan que las mujeres representen el 70% de las personas en situación de pobreza en el mundo.
De las 2.173 mujeres, 1.557 fueron adultas y 616 niñas. La mayor parte de la población femenina que acude a la ONG lleva a su cargo a menores. Muchas de estas familias son biparentales como es el caso del 72% de las familias que acuden a la Escuela Infantil de Benicalap, pero, sigue habiendo un importante número de monomarentales, como es el caso del 60% de las familias que llegan a la Escuela Infantil de Pechina. Además, más el 64% de estas familias tienen dos o más menores a su cargo, por lo que precisan acceder a más recursos básicos como alimentos, productos de higiene y otros artículos específicos para los más pequeños como pañales.
La pobreza, cada vez más feminizada
Según los datos de Casa Caridad, en los últimos años las atenciones a mujeres han ido creciendo progresivamente hasta superar a los hombres. En 2021, el número de la población femenina ya fue superior al de hombres, mientras que en 2020 estás representaban el 36% de las personas usuarias de la entidad.
“Desde hace varios años en Casa Caridad hemos registrado un aumento del número de atenciones a mujeres. La pandemia que llegó en 2020 empeoró esta situación, y la actual crisis social y económica la está agravando. Además, respecto a las profesiones que ejercen las usuarias de Casa Caridad, estas están centradas en los sectores de limpieza, hostelería y cuidado de personas mayores, algunos de los perfiles más afectados por la pandemia. Por ello, desde Casa Caridad trabajamos día a día para ofrecer todas las opciones que estén en nuestras manos para que la población femenina no se quede atrás y que conozca cuáles son sus derechos fundamentales que precisa cualquier persona”, explica Guadalupe Ferrer, directora gerente de la asociación.
Recursos específicos
La Asociación Valenciana de Caridad ha apostado por la creación de espacios de reflexión, toma de conciencia y escucha para las mujeres usuarias del servicio de escuela infantil de los tres centros. Entre los diferentes programas y servicios que se han impulsado, destaca el Grupo de Apoyo Mutuo entre Mujeres, que empezó el año pasado y que cuenta con talleres que están siendo impartidos por profesionales del ámbito de la psicología, y con el apoyo y supervisión del equipo de Trabajo Social de los Programas Escuela Familia.
“En las actividades formativas del Programa Escuela Familia nos centramos en formar y enriquecer la vida familiar, proporcionando conocimientos y actitudes para la correcta educación y cuidado de los más pequeños de la casa. En este sentido, siempre dedicamos gran parte de nuestro tiempo a escuchar las necesidades de los padres y madres y, desde el departamento de Trabajo Social nos dimos cuenta de que existía la necesidad de crear un espacio destinado exclusivamente para las madres en el que poder trabajar diferentes aspectos relacionados con su autoestima y su empoderamiento y mejorar así la confianza en ellas mismas y la capacidad de decisión. Llevamos cuatro meses con el taller, y hasta el momento el grupo está teniendo una gran acogida entre las participantes”, concluye Pablo Yániz, responsable del programa Escuela-Familia.
Este nuevo proyecto forma parte del Programa Escuela Familia en el que los profesionales de Casa Caridad trabajan una intervención social individualizada con las madres y padres del alumnado, con un seguimiento y supervisión de la situación económica, social y laboral de las familias, y una formación a través del servicio Escuela de Madres y Padres. Entre las actuaciones que se realizan destacan la orientación laboral y el acompañamiento en la búsqueda activa de empleo, la información y motivación para la realización de cursos formativos específicos o los acompañamientos médicos, hospitalarios, entre otras gestiones.