El Ayuntamiento de València defiende que se reduzca la protección de los Tinglados para que se pueda ampliar allí Marina de Empresas

València

El alcalde de València, Joan Ribó, explica que con la aprobación de las nuevas fichas urbanísticas de los Tinglados 2, 4 y 5 lo que se va a hacer no es disminuir su nivel de protección, si no resolver un error que cometió el anterior gobierno del PP que estableció dos niveles de protección a esos edificios.

Ribó asegura que se puede respetar la protección de los Tinglados, aunque se adecúen para poder albergar la ampliación de las instalaciones de Marina de Empresas.

Es lo que pasa, por ejemplo, con las naves de Demetrio Ribes, las de Parque Central, donde hay una sede de la Universitat Popular.

Según el alcalde, es importante proteger, pero también dar utilidad a esos inmuebles.

En la misma línea la vicealcaldesa Sandra Gómez, a la que le parece equilibrado que el Tinglado 2 siga como hasta ahora, para uso ciudadano, y que el Tinglado 4 se utilice para que se instale Lanzadera u otras empresas importantes que quieren estar en la Marina y que ayudan a generar empleo de calidad.

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Además, Gómez recuerda que las fichas urbanísticas de protección las elaboran los técnicos, no los políticos, y que tendrán que contar con el visto bueno de Patrimonio.

Cultura recuerda que debe ser informada

Precisamente la conselleria de Cultura recuerda que, según la ley del Patrimonio Cultural Valenciano, cualquier modificación del catálogo deberá ser informada por el departamento que dirige Raquel Tamarit.

Por lo tanto, según explican a la Cadena SER fuentes de Cultura, en el caso de que el Ayuntamiento de València quiera modificar la protección de varios elementos incluidos en el catálogo, la Conselleria deberá informar. Y añaden que de momento, no tienen constancia de que se haya solicitado esta modificación.

Urbanismo a la carta

Pero el Círculo por la defensa del patrimonio cultural de València califica de "urbanismo a la carta", que se vaya a reducir la protección de los Tinglados del puerto para favorecer una iniciativa empresarial. Su presidente, César Guardeño, cree que el Tinglado 4 no debería privatizarse y considera que hay otras alternativas para la ampliación de Marina de Empresas, la aceleradora de start-ups de Juan Roig.

Guardeño pide que se explique con luz y taquígrafos qué se va a permitir hacer en los Tinglados, porque le parece extraño que se dé luz verde para instalar unos cerramientos de las fachadas principales y crear estructuras internas en un Bien de Relevancia Local. A su juicio, se trata de una operación de dudosa legalidad que se quiere acelerar por la proximidad de las elecciones.

Y lamenta que hace menos de un año se derribaran las naves de los Astilleros Unión de Levante, que se podrían haber rehabilitado para albergar este tipo de iniciativas empresariales.