Ninguna empresa quiere la estación de autobuses de Benidorm y seguirá gestionada por Enrique Ortiz

Benidorm

Otro capítulo negro en la interminable historia de la estación de autobuses de Benidorm. El principal nodo de transportes de la capital turística no ha atraído a ninguna empresa para coger sus riendas en el procedimiento de licitación del contrato iniciado a finales de enero y el convenio firmado con la anterior, propiedad de Enrique Ortiz, conduce ahora a que está vuelva a hacerse cargo.

El pleno de Benidorm votará este próximo lunes, 27 de febrero, declarar desierto ese procedimiento después de que el plazo finalizara ayer sin que se hubiese recibido ofertas a ninguno de los dos lotes licitados. En el primero, estaba incluida la gestión de la terminal, la zona comercial de la dársena y el aparcamiento exterior; mientras que el segundo está referido al centro comercial, al hotel y aparcamiento subterráneo. Todo ello por un precio de casi 25 millones de euros y un plazo de 26 años y 10 meses

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Así las cosas y según el convenio de resolución y liquidación del anterior contrato suscrito por el Ayuntamiento de Benidorm y la mercantil del empresario alicantino Enrique Ortiz (Estación de Autobuses de Benidorm SL), la administración local deberá ahora “incoar procedimiento de contratación negociado sin publicidad”, para el que deberán “redactarse los pliegos pertinentes”.

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Esto supone que Ortiz seguirá al frente de esa gestión y ha sido muy criticado por la oposición. El portavoz de Ciudadanos Juan Balastegui habla de 'operación' del Partido Popular para que esto ocurriese: “Tal y como advertí, las condiciones de la licitación hacían inviable que otro empresario se presentara y el complejo seguirá en manos del empresario afín al PP, que además se beneficiará casi dos años más del hotel, tras un nefasto convenio firmado por Toni Pérez”.

El portavoz naranja ha explicado que “el alcalde fue quien estableció la última palabra de los términos del acuerdo con Ortiz, lo que ató de pies y manos a los técnicos para establecer unas condiciones normales en la licitación. En su lugar, sacaron a concurso el complejo urbanístico eliminando la posibilidad al nuevo empresario de poder beneficiarse, desde el primer momento, con la explotación del hotel de la estación, que es el único negocio rentable que hay en estos momentos”.

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La portavoz del ejecutivo local y concejal de Urbanismo Lourdes Caselles ha salido al paso de las críticas de Ciudadanos: "Por parte del señor Balastegui no se aportó ningún cambio, sugerencia ni alegación a los pliegos; se esperó al pleno para decir que no estaba de acuerdo pero tampoco aportó absolutamente nada".

"Desde la cobardía no votó a favor de esos pliegos que habían sido trabajados por parte de los técnicos municipales, pliegos totalmente técnicos porque en este expediente los políticos nunca hemos actuado ni sido parte", ha defendido Caselles tras recordar que este proceso se inició para cumplir con una sentencia del año 2012 del Tribunal Supremo y que obligaba al Ayuntamiento a licitar de nuevo la estación y todas sus instalaciones.