Nino Bravo: cuando el amor llamó a su puerta

València

Llegamos al capítulo 5 de Querido Nino, en el que recordaremos como conoció, se enamoró y se casó con María Amparo Martínez, una joven que venía de una larga estancia con su familia en Marruecos, y que conoció a Nino Bravo en una discoteca, sin saber que era un cantante que empezaba a ser conocido.

Contaremos cómo fue su más que original pedida de mano, y una boda que Nino quiso ocultar a la prensa mediante un ardid que no acabó funcionando, pero que ocasionó algunas escenas de película de enredo (¿os imagináis a Nino Bravo saltando por las azoteas para escapar de la prensa?).

En este nuevo capítulo que marca el ecuador de este podcast sobre la vida de Nino Bravo, analizaremos otros de sus grandes éxitos: “Puerta de amor”, una canción reivindicada en la actualidad por muchos aficionados a la música rock, que coinciden en señalar esta pieza como una de las mejores interpretaciones del cantante valenciano.

Y profundizaremos también en su segundo álbum, “Nino Bravo”, prestando especial atención a canciones tan memorables como “Elizabeth”, compuesta por el Dúo Dinámico y con la que Nino participó en el Festival de rio de Janeiro.

O también su fabulosa adaptación de un clásico del folclore sudamericano, “Mis noches sin ti”.

Recordaremos cómo se fue gestando el fenómeno de Nino Bravo en varios países latinoamericanos, como Chile, Argentina o Venezuela, donde su éxito fue igual o superior al que estaba teniendo en España.

Y, por último, analizaremos una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza produjo a su discográfica en la promoción de Nino Bravo: su imagen. Un elemento fundamental para el lanzamiento de un cantante, pero que, en el caso de Nino, no se sabía muy bien cómo abordarlo: la discográfica quería promocionarlo como un “crooner” o cantante melódico, pero Nino no era el típico galán guapo y romántico, no era delgado, más bien corpulento.

No era guapo, pero tampoco feo. Su imagen fue cambiante en sus inicios, igual se presentaba con chaqueta y pajarita que con una cazadora de cuero. Sin duda, una de sus presencias más potentes y memorables corresponden a su actuación en el Festival de Montreux de 1971. Esa imagen de Nino, y su soberbia actuación, nos dejan entrever el auténtico fenómeno internacional que se estaba gestando, y que el infortunio nos arrebató.