El grueso de pateras que llegan a las costas de Alicante lo hacen en los meses de mayo, septiembre y octubre

Alicante

Las costas de la provincia de Alicante han recibido en lo que llevamos de año dos pateras con 30 inmigrantes, una cifra más baja de lo habitual después de un 2022 en el que se interceptaron 42 embarcaciones con 410 personas. No obstante, no se trata de una cifra que pueda llevar a sacar conclusiones ya que, a partir de la primavera, es muy probable que crezca la llegada de inmigrantes por vía marítima.

La primera llegó el 3 de enero a 19 millas de la costa de Torrevieja con doce personas y la segunda se avistó el domingo pasado en la cala Tío Ximo de Benidorm con 18 personas, entre ellos un menor de edad.

Marta Marín, responsable del proyecto de primera respuesta en Emergencia a Población Inmigrante de Cruz Roja en Alicante, explica que el perfil habitual es el de varones, mayores de edad, procedentes de las costas de Argelia, aunque también llegan personas de Guinea o Malí que ya estaban establecidas en Argelia. Recuerda, además, que en los últimos meses han notado un aumento de mujeres, algunas de ellas embarazadas, y menores de edad incluso bebés lactantes.

Según los datos de años anteriores, Marta Marín señala que los meses con una mayor llegada de pateras suelen darse en mayo, septiembre y octubre, cuando las condiciones climáticas son más favorables, tanto por las temperaturas como por el estado del mar.

Marta Marín explica que cuando llega un aviso de patera se moviliza al equipo de voluntarios hasta el Puerto de Alicante, donde está ubicado el dispositivo de atención sanitaria. Lo primero que se hace es una valoración de las constantes vitales y si necesitan algún traslado a un centro hospitalario.

Tras ello, se hace una atención más social y humanitaria. Los migrantes se duchan, reciben ropa limpia y seca y los voluntarios les dan comida y bebida y también realizan un apoyo a nivel emocional.

Marín señala que, en la mayoría de casos, los migrantes suelen llegar con quemaduras por la exposición durante tantas horas al sol o hipotermia en invierno, algunos llegan con problemas crónicos como diabetes y a nivel emocional suelen llegar en "shock" por la travesía.