Juan Roig (Mercadona) reconoce que han subido los precios "una burrada" para evitar "un desastre impresionante en la cadena"

«Los clientes comparan los precios y claro, los precios han crecido. La leche la hemos subido 32 céntimos, el arroz 50 céntimos y el azúcar de 0,75 a 1,35 €. Pero las ventas que nosotros hacemos de azúcar son las mismas». Así se ha expresado Juan Roig, el presidente de Mercadona, este martes durante la presentación anual de resultados en la que, según ha reconocido, han incrementado los precios «una burrada» porque «hay que hacer sostenible toda la cadena de montaje». En 2022, las ventas de la compañía crecieron un 11 % y su beneficio llegó a los 718 millones de euros, un 5,6 % más que en 2021. El presidente de la cadena de supermercados ha asegurado que la empresa se ha enfrentado a gastos «inimaginables» durante este año y, como causas, ha apuntado a la guerra de Ucrania, la inflación, la escasez de productos, la sequía o la crisis energética. La quiebra de Silicon Valley Bank no cree Roig que nos afecte. Los proveedores, según Roig, han subido los precios en origen un 12 % y Mercadona lo ha repercutido, de media, en un 10 %. Son dos puntos de diferencia que se traducen en un recorte de 0,6 puntos en sus márgenes que, no obstante, siguen por encima del 20 %. Roig reconoce que no sabe cuándo dejarán de subir los precios, pero descarta limitarlos: «Con todo el respeto a mis competidores, esto funciona con oferta y demanda y lo demás son brindis al sol. Topar precios es imposible». Roig, sin embargo, ve con mejores ojos el bono de consumo planteado recientemente por el president de la Generalitat, Ximo Puig. El presidente de Mercadona ha asegurado que harán lo mismo que el resto de compañías porque no pueden ser «más papistas que el Papa». «Las administraciones públicas tienen que hacer lo que consideren y nosotros, si podemos ayudar, pues lo haremos», ha aseverado. La contribución tributaria en 2022, según Roig, ha sido “histórica”, y se ha situado un 11 % por encima de la registrada durante el año anterior. Al respecto, Roig ha asegurado que «quien gana las elecciones tiene la posibilidad de optar» a subirlos, pero él se ha mostrado contrario a que se graven más. Eso sí, ha añadido, «si suben, pues los pagaremos». El 80 % de los 718 millones de beneficios se han reinvertido en la empresa y el 20 % restante se han repartido entre dividendos. A él le han correspondido, según ha reconocido, 88 millones de euros de dividendos, que se suman a los 11 millones que llega su sueldo: «Y tengo un IRPF del 54 %, que yo vivo aquí en este pueblo y aquí pagamos más». Preguntado por las críticas vertidas hacia él durante los últimos meses por diferentes líderes de Unidas Podemos, Roig ha rechazado manifestarse al respecto y ha asegurado respetarlas. Sí se ha manifestado respecto a la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos. Roig no ha querido «juzgar la decisión», pero ha señalado que son «las reglas del juego» en la Unión Europea las que permiten la libre circulación para trabajadores, mercancías y empresas. De hecho, ha afirmado que a él lo que le gustaría «es que todas las empresas del mundo», entre ellas Google, «estuvieran en España» e instalasen en el país su sede central, «a ser posible en la Comunitat Valenciana». Por lo que a él respecta, la sede social de Mercadona no se moverá de València. Roig, además de presidente de Mercadona, es también el impulsor de La Marina de Empresas, la iniciativa que sirve como lanzadera de empresas. En este sentido, Roig sí ha afirmado su voluntad de que la ampliación de este espacio de innovación tenga lugar en la ciudad de València, aunque ha añadido: «No descartamos Alicante». Roig ha señalado que este polo cuenta con 300 empresas y que, si tuviera más espacio, podría albergar entre 500 y 600. Al respecto, ha deseado Roig que se «aclaren» las discrepancias sobre la parcela del Tinglado 4 entre la Autoridad Portuaria de Valencia y el consistorio. «Lo haremos y, si no, lo haremos en otro sitio», ha comentado.

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Sobre las iniciativas planteadas por países como Francia de limitar precios, Roig asegura: "Es un brindis al sol"

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