El Jardín del Túria acabará con un bosque urbano y otra referencia a Gulliver en el nuevo Parque de Desembocadura

València

(Con)fluir es el nombre del proyecto ganador para el diseño del Parque de Desembocadura, que conectará el antiguo cauce del Túria con Poblats Marítims. La propuesta plantea un bosque urbano parecido al parque de la Rambleta, diversos espacios de uso ciudadano, una zona de juegos a gran escala que recrea el naufragio de Gulliver y una lámina de agua que recuerda la antigua playa de Natzaret.

El alcalde, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, han dado a conocer este jueves la propuesta vencedora del concurso internacional de ideas para “una de las obras históricas que transformará el sur de la ciudad y que reparará una deuda histórica”.

Después de examinar y valorar los cinco diseños finalistas, los doce miembros del jurado han elegido por unanimidad cómo se reformará la fachada marítima y se prolongará el jardín del Túria hasta el mar. Abarcará una superficie de 245.600 metros cuadrados, entre el puente de L’Assut de l’Or hasta Natzaret, y supondrá una inversión de alrededor de 35 millones de euros.

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El despacho vencedor tendrá ahora ocho meses para redactar el proyecto, que deberá que pasar por todos los servicios municipales antes de iniciar su licitación, dentro de más o menos un año.

De momento, se le ha encargado la primera fase, que va desde el puente de Astilleros hasta la zona portuaria. Son unas 9,4 hectáreas. Tiene un presupuesto de 16,7 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará el 75%, y un millón se destinará a abonar el trabajo del despacho de arquitectura.

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Tendrá un presupuesto de 16,7 millones de euros de los que unos 13 millones y medio se ha comprometido a pagar el puerto. Se quiere recuperar y reparar la morfología natural del río basándose en mapas antiguos.

Habrá una lámina de agua o laguna en la zona de la Revolta de Cantarranes, que recordará la antigua playa de Natzaret. Posiblemente será navegable, para piraguas y barcos pequeños, pero se ha descartado crear una playa fluvial, como explicaba el alcalde Joan Ribó.

Habrá un puente colgante y altiplanos para juegos, entre ellos una zona que recreará el naufragio de Gulliver, a petición de los escolares de Nazaret. El proyecto contempla un tanque de tormentas, para evitar inundaciones, y se actuará para acabar con los malos olores en la zona.

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En definitiva, según la vicealcaldesa, Sandra Gómez, el objetivo es volver a poner al barrio del Nazaret en el medio de un gran proyecto de ciudad.

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