"Mort i dol", la exposición que recuerda la costumbre de fotografiar a bebés fallecidos

Valencia

Este lunes 27 de marzo se inaugura en la sala de Exposiciones de la Facultad de Medicina y Odontología una exposición titulada "Mort i dol", compuesta por medio centenar de fotografías del archivo del coleccionista e investigador histórico Rafael Solaz, relacionadas con el retrato fotográfico post mortem. Rafael Solaz (València, 1950) lleva años coleccionando materiales que están relacionados con la muerte, muchos de ellos fotografías. Y buena parte de ellas, imágenes de niños pequeños instantes después de su fallecimiento.

Puede parecer una práctica poco comprensible hoy en día, pero hubo una época en que fotografiar a personas no se hacía con la frecuencia de hoy, y cuando una persona fallecía, si no se le había fotografiado en vida, se hacía poco después del óbito, con el fin de guardar un recuerdo único de esa persona. Más en el caso de bebés fallecidos prematuramente, era habitual llamar al fotógrafo para captar alguna instantánea con el fin de recordarlo para siempre. Es el caso de la fotografía que anuncia la exposición: una madre, con el rostro atenazado por el dolor, sujetando en sus brazos a un bebé que parece dormir en su regazo. Pero no está durmiendo.

La exposición "Mort i dol", comisariada por Esther González y Raquel Baixauli, se enmarca dentro del ciclo temático "La mort i el procés de morir" organizado por el Vicerectorat de Cultura i Societat, Universitat de València, y se podrá visitar hasta el próximo 25 de mayo.