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VALENCIA CF

Visto para sentencia el juicio contra Amadeo Salvo y Aurelio Martínez por la venta del Valencia CF a Peter Lim

Los expresidentes del Valecia y de la Fundación sustentan su declaración en el informe favorable emitido por una consultora externa, por el voto favorable de 17 patronos y el beneplácito del Protectorado de Fundaciones

El expresidente del Valencia CF, Amadeo Salvo,a su llegada a la Ciudad de la Justicia de Valencia,quien junto al expresidente de la Fundación VCF, y actual presidente del Puerto de Valencia, Aurelio Martinez , pilotaron el proceso de venta de la mayoría accionarial del club que poseía este último organismo a Peter Lim, se sientan en el banquillo de los acusados denunciados por cinco accionistas del club que les acusan de "daños morales"EFE/ Manuel Bruque / Manuel Bruque (EFE)

Valencia

El expresidente del Valencia, Amadeo Salvo, y el expresidente de la Fundación VCF, Aurelio Martínez, se desentendieron de las promesas que pudiera haber hecho Peter Lim para comprar el Valencia, admitieron que parte de ellas fueron verbales, negaron cualquier tipo de coacción al resto de patronos de la Fundación que eligieron su oferta y aprobaron el contrato de venta, y achacaron la decisión de que fuera la de Meriton la oferta elegida al informe de PriceWaterHouseCooper.

Lo hicieron como acusados en el juicio que se celebró este miércoles en la Ciudad de la Justicia de València tras la demanda de cinco accionistas del club que les acusan de daño moral y patrimonial por haber pilotado un proceso de venta y que les acusan de haber permitido que no se incorporaran los compromisos de Lim al contrato final.

El abogado de los demandantes citó como promesas incumplidas de Lim que los acusados habrían defendido “ardorosamente” la finalización del Nou Mestalla en 2019, la bajada drásticamente de la deuda, que el equipo fuera “de Champions”, vender la parcela del actual Mestalla por un mínimo de 150 millones o un préstamo de hasta 200 millones sin intereses por parte del nuevo máximo accionista.

“De todo lo que llevó a traer a Meriton al Valencia nada se ha cumplido y las consecuencias no hacen más que crecer. Continúa el daño moral, no es que vaya a ser un equipo de Champions es que va a bajar a Segunda, lo que aumenta la angustia la zozobra de los accionistas. El precio de las acciones era de 60 euros en 2014 y no sabemos ahora si es de un euro. No velaron porque estos compromisos estuvieran por escrito con penalización en caso de incumplimiento, y los únicos responsables son los acusados”, señaló el letrado Jaime Navarro, que pide 1.900 euros para cada demandante por daño moral y económico.

El abogado de Martínez, Francisco Blasco, a cuyos argumentos se adhirió el de Salvo, aseguró que la demanda es “un batiburrillo de conductas” y se mostró “perplejo” ante las acusaciones. También dijo que es imposible que el daño económico sea al mismo para accionistas con distinto número de acciones y dijo que la demanda es “una clara instrumentalización” de la justicia que debe ser desestimada de manera rápida.

Recordó el que también fuera patrono de la Fundación en ese proceso que los acusados no son responsables de la venta del club, porque era una cuestión de la propia Fundación, ni de la actual gestión de la entidad y que la acusación no han “probado absolutamente nada”. Además, ha subrayado que ni los acusados ni ellos conocen el contrato final de compra-venta.

“Son demandas temerarias que solo buscan un minuto de gloria, tratan de desprestigiar la imagen pública de nuestros representados, algo que no puede ser consentido. Por lo que pedimos la desestimación y la asunción de las costas por los demandados”, apuntó Juan Carlos Monzó, abogado de Salvo.

“Price nos dijo que era la mejor. Es una de las cuatro grandes auditorias del mundo y tiene suficiente experiencia en el análisis de ofertas. Hizo el informe porque para eso le pagamos. El informe no dejaba lugar a duda. Era contundente y demoledor”, explicó Salvo, que señaló que “en absoluto” coaccionar a los patronos de la fundación que votaron la decisión.

Martínez dijo que Price “hizo su trabajo y lo hizo muy bien” y recalcó que hubo “unanimidad” en la elección de Meriton como la mejor oferta y en la segunda votación, para aprobar el contrato de compra-venta, hubo diecisiete votos a favor y cuatro en contra.

El entonces presidente de la Fundación explicó que tras esa decisión “entró una persona de Meriton” que dijo no recordar quién era y que realizó algunos compromisos, entre los que estaban haber acabado el Nou Mestalla en 2019.

“Hicimos lo que dijo Price porque para eso lo habríamos contratado. Algunos compromisos sí están en el contrato. Las garantías dependían de la Fundación, pero si la fundación depende del Valencia…”, explicó. Además, ambos recordaron que fue indispensable un acuerdo de Meriton con Bankia, que era el acreedor tanto del club como de la fundación, tenedora entonces de las acciones.

“Hubo compromisos verbales por parte del comprador, el de acabar el estadio me acuerdo perfectamente, pero tuvo también que presentar un aval personal, un plan de viabilidad…”, recordó Martínez, que puso en duda que él prometiera nada y luego dijo que al no depender de él era “imposible que lo prometiera” nada, aunque tuviera “el deseo”.

Mateo Castellá, que era patrón por parte de la Generalitat, se ratificó como testigo en unas declaraciones públicas en las que lamentaba que algunas condiciones presentadas en la oferta, y que él entendía que eran vinculantes, no estuvieran en el contrato final, pese a que voto a su favor al cumplirse las condiciones que había pedido la administración autonómica.

Castellá dijo que se vio presionado, pero no quiso decir si se vio coaccionado. “Los que debían preocuparse de que se cumplieran los compromisos de la ofertan vinculantes no lo hicieron por esa parte sí que me sentí engañado”, lamentó.

También señaló que “la presidencia” de la Fundación no accedió a una petición verbal de un patrono de que fuera secreta la votación final para aceptar el contrato de compraventa y que desde ese mismo órgano se organizaron reuniones con algunos patronos a las que no se invitó a varios entre ellos a él.

Miguel Bailach, que fue patrono por parte de la Fundació por designación de la Diputación, explicó que votó a favor de elegir la propuesta de Meriton porque “el informe de PwC decía que tenía las mejores condiciones” y apuntó que Salvo y Martínez “comentaron que era la mejor, fueron los que lo propusieron en base al informe de Price”.

Bailach también explicó por qué votó después que no a la venta. “El contrato estaba en inglés. No recuerdo qué no constaba, me acuerdo de que vote que no porque los compromisos no estaban reflejados en su totalidad ni eran los mismos. Como no eran los mismos, lo comenté y lo verbalicé”, recordó.

“Yo venía de la empresa pública y que las condiciones tienen que ser las mismas, me dijeron que era normal en la empresa privada y yo llegue a decir que, si se han cambiado las condiciones que se vuelva a consultar con el resto de los licitadores”, explicó el antiguo patrono, que dijo guardar “pantallazos” de medios de comunicación llamándoles “perros” él y a Cristobal Grau, patrono a propuesta del Ayuntamiento, por haber votado en contra.

Por su parte el antiguo representante del consistorio dijo que su voto en contra lo fue porque no se reflejaban los compromisos que tenía el club con el Ayuntamiento. El resto de los patronos que acudieron como testigos negaron cualquier tipo de presión y aseguraron que todos tuvieron la información necesaria para emitir su voto

José Manuel Alemán

Redactor de Deportes en Radio Valencia