Hipersensibilidad con el adversario político y laxitud con unos mismos: el juego político es así
La Columna de Carlos Arcaya: «Hipersensibilidad con el adversario político y laxitud con unos mismos: el juego político es así»
Alicante
Hace algún tiempo leía un artículo del eurodiputado del PP Javier Zarzalejos que se quejaba de que para nuestro Gobierno su comunicación es un "auténtico autohomenaje", mientras denigra "de forma barriobajera" -aseguraba textualmente- a la oposición.
Salvo por el término barriobajero, que es muy sufrido -entramos en el terreno de los juicios de valor-, no creo que ningún gobierno -ya sea municipal, autonómico o nacional- se tire piedras contra su propio tejado o no intente socavar a la oposición. Y hay veces que hasta se lo ponen a huevo.
El juego es así. Y no es que llame la atención que se sorprendan, es más llamativa la hipersensibilidad con el adversario político y lo laxos que suelen ser consigo mismos.
Por ejemplo, para el PP es un escándalo que el president Puig venda humo con sus propuestas para Alicante; mientras que a Compromís no le gusta nada que la Diputación presente su plan de inversiones en carreteras a partir de 2024.
Ya ven, unos se quejan de los proyectos anunciados y otros de los proyectos diferidos. En cualquier caso, es importante fijarse en el rival, pero más tener una estrategia propia.