Familias y docentes dan un aprobado a la legislatura botánica pero también creen que "necesita mejorar"

Valencia

Rubén Pacheco, presidente de la confederación de familias Gonzalo Anaya, y Marc Candela, portavoz del sindicato, destacan que se ha superado la legislatura de la pandemia mucho mejor que otras autonomías. Pero ambos echan en falta más docentes. La interinidad es enorme, en algunas zonas como la Vega Baja alicantina hay centros con un 99% de interinos; esa interinidad impide una codocencia adecuada, no facilita la inclusión ni un trato adecuado a la diversidad.

Además, esa situación de interinidad se ve agravada por una carga burocrática enorme que a pesar de las promesas no se resuelve. Pacheco pone, además, el acento en otro aspecto que cree que no se ha resuelto adecuadamente: la jornada continua. Explica que el foco no se ha puesto dónde toca. Que en lugar de situar en el centro a los escolares y establecer la jornada en virtud del contexto social, de las necesidades educativas... se ha hecho un planteamiento centrado en familias y docentes generando un conflicto innecesario que provoca que se olvide lo más importante: las niñas y niños.

Las familias ponen deberes a la administración que salga de las urnas: que los centros cuenten con enfermería escolar y con especialistas en psicología clínica (cada vez hay más problemas de salud mental); que haya más educacores especiales y más personal administrativo. Y como el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament solicita mayor atención al valenciano ante la caída del uso social.

A lo que el Sindicat de Treballadors añade la necesidad de que no haya una marcha atrás a los tiempos en que mandaban las protestas ante el total abandono de lo público. Y si eso es así tocaría reforzar de verdad las plantillas, reducir la burocracia, infraestructuras más modernas y recuperar el poder adquisitivo en el sistema público educativo de la Comunitat.