Barcala tiene que dar explicaciones, no le queda otro remedio
La Columna de Carlos Arcaya: «Barcala tiene que dar explicaciones, no le queda otro remedio»
Alicante
Más turbulento de lo previsto está siendo este final de mandato para los populares alicantinos y para el alcalde Barcala, que el domingo afirmaba que la mayoría no está garantizada y que tenían que salir a pelear voto a voto.
Pero, desde esa afirmación, tras el pase a Vox de Julia Llopis y después de que el diario Información destapara los contratos a dedo del concejal Manuel Jiménez, no ha dicho ni esta boca es mía. Y no le queda otro remedio.
Con Llopis en la formación de Abascal se quita lastre. Eso sí, esperemos que con los nuevos fichajes que ha hecho para el próximo mandato, si gobierna, tenga mucho más tino.
La patata caliente la tiene con la adjudicación de la pérgola de La Alcoraya por más de 44.000 euros a una empresa que realizó obras en casa del edil Jiménez y que pertenece a su Hoguera. Porque fue esta concejalía la que hizo la obra y no la de Infraestructuras, que se desentiende de la tramitación.
De lo que tiene suerte el alcalde es que, a diferencia de lo que hubiera hecho él -y a las pruebas nos podemos remitir-, tiene una oposición que muerde, pero que no tiene el colmillo tan retorcido.