'Divina Aberración', el cabaré más gamberro
La compañía valenciana Cashalada presenta una propusta que parte del mito de Adán y Eva, dirigida por Joan Font
Valencia
Sala Russafa está inmersa en el XII ‘Cicle de Companyies Valencianes’, esta semana con Cashalada. La formación compuesta por Noèlia Pérez y Josep Zapater presenta, hasta el 30 de abril "Divina Aberración", una nueva propuesta de cabaré gamberro en la que le dan un repaso a la sociedad que se ha ido cimentando a partir del mito de Adán y Eva.
Temas como la religión, la sexualidad, la política, la culpa o la maternidad dejan a un lado la seriedad para recibir una visión crítica cargada de humor, fantasía y purpurina. “Lo que hemos hecho es mirarnos bien a fondo en el espejo, ver lo que somos como sociedad y tratar de reírnos de ello. Ese humor autocrítico nos parece mucho más constructivo”, comentan desde la compañía valenciana, que encuentra en el teatro el último refugio para la comedia inteligente, sin ánimo de ofender, pero sin censuras.
Cashalada aporta un punto juguetón y transgresor a sus espectáculos de cabaré, como el exitoso "Two ladies or not two ladies", que en esta ocasión está reforzado. “Queríamos reflexionar y hacer pensar a los demás sobre qué tipo de mundo estamos construyendo. Pero, en vez de tirar por el drama o lo siniestro, le damos ese tono cómico que hace mucho más digestible la crítica”, afirma Zapater poniendo como ejemplo el título de una de las canciones que habla de los clichés de género: ‘Hetero, pero no futbolero’.
Los integrantes de Cashalada desarrollan sus carreras escénicas y musicales en diferentes vías. Desde revisitar el género de la Zarzuela o formar parte del Cor de la Generalitat a componer bandas sonoras cinematográficas o escribir y dirigir musicales familiares y para adultos. Zapater y Pérez han recibido multitud de reconocimientos y colaboran con formaciones como Albena o Trencadís, además de trabajar con creadores como Joan Font, de Comediants. Precisamente, éste último ha dirigido Divina Aberración.
Los Cashalada reconocen que en su propia compañía hacen los espectáculos que a ellos les gustaría ver. Y, con Divina Aberración, disfrutan tanto sobre el escenario como los espectadores en el patio de butacas.