El Hércules suma nuevo fracaso y su afición explota contra consejo y equipo
El conjunto dirigido por Lolo Escobar se ha quedad fuera del playoff de ascenso a Primera Federación

Aficionados del Hércules en la puerta 0 del Rico Pérez / Pedro Vera

Alicante
El Hércules, que esta pasada jornada cayó en el Rico Pérez ante el Alzira (0-1) se ha despedido de sus opciones de pelear por el ascenso a Primer Federación en la que ya es la peor temporada de su centenaria historia, lo que provocó la indignación de su afición, que protagonizó varios incidentes al finalizar el partido.
Una marcha de protesta, una invasión de campo, una concentración espontánea frente a la puerta principal del estadio y la salida del estadio de jugadores y técnicos escoltados por efectivos de la Policía Nacional y de la seguridad privada fueron algunos de los incidentes que se vivieron este domingo en el Rico Pérez, donde desde hace años se respira poco fútbol y mucha crispación.
El equipo alicantino nunca ha estado tan alejado de la elite como ahora, en la cuarta categoría del fútbol español, de la que ni siquiera podrá pelear por salir, culminando una docena de años de decepciones, pasando de Primera a Segunda Federación.
La situación más grave y que traerá consecuencias en forma de sanción es la invasión del campo, una vez finalizado el partido, de medio centenar de aficionados encapuchados y con pasamontañas pertenecientes al grupo de animación que se ubica en uno de los fondos del estadio.
“Al término del partido, unos aficionados de un sector de la grada que portaban emblemas propios del Hércules CF entraron al terreno de juego con capuchas y pasamontañas, con clara intención de ir hacia donde nos encontrábamos jugadores y árbitros, nos fuimos a vestuarios rápidamente para evitar que llegarán hasta nosotros, teniendo que intervenir las fuerzas de orden público para controlar la situación, como así fue, sin mayores incidentes”, reflejó el árbitro Julián Pérez Guimera.
Tras el partido, medio millar de aficionados se concentró en la puerta principal del estadio pidiendo de nuevo la salida de la entidad de Enrique Ortiz, máximo accionista, y de su equipo de directivos. “Directiva, dimisión” o “Enrique vete ya” fueron algunas de las consignas más coreadas.
Hora y media después del encuentro, y escoltados por la Policía hasta el aparcamiento, los jugadores, increpados por los seguidores, abandonaron el estadio, así como el entrenador, Lolo Escobar, despedido con división de opiniones, y el secretario técnico, Paco Peña, otro de los blancos de las críticas.

El Hércules llega a las dos últimas jornadas de la temporada a cinco puntos del quinto clasificado y con el coeficiente general, tras igualar en el particular, perdido, por lo que ya no tiene casi opciones matemáticas de pelear por el ascenso.
El equipo alicantino, pese al peso de su historia y el capital invertido, aún no ha cerrado la permanencia, ya que aún podría enturbiar más la temporada con una promoción de permanencia para evitar el descenso a Tercera.
En la sala de prensa, el entrenador solo pudo pedir “perdón” por la derrota y el fracaso deportivo. Escobar, con contrato para la próxima temporada, no garantizó su continuidad en el equipo y apeló a la profesionalidad para que el Hércules pueda sumar el mayor número de puntos en las dos jornadas que restan para cerrar otra página negra de su historia.




