Enrique Ortiz sondea el mercado en busca de un presidente tras la negativa de Luis Castillo

Alicante

El empresario Enrique Ortiz, dueño del Hércules, se ha visto sin argumentos convincentes para atraer a cualquier individuo sensato a asumir el complejo puesto de presidente del club. Y los sucesos de las últimas dos semanas, con Luis Castillo, y hace unos meses con Felipe Moreno, no le favorecen, en lo más mínimo, tanto a él como a esta centenaria entidad. La imagen ofrecida a la opinión pública es pésima y desconcertante. Además, su dilatado historial de errores durante sus 23 años como mecenas y propietario no le respalda en absoluto.

No obstante, Ortiz es una de esas personas que en el último instante puede sorprender, tanto positiva como negativamente. Dicho esto, surge la pregunta: ¿qué tiene en mente tras la rotunda negativa de Castillo? ¿Posee algún as en la manga?

En la actualidad, el mecenas herculano tiene pocas opciones. La primera, como siempre, es recurrir a sus amistades y allegados, aquellos que no suelen estar en primera plana, pero que sí tienen opiniones e incluso cierta influencia. La segunda alternativa consiste en contratar profesionales del fútbol con un próspero historial en el ámbito formativo, creando así un equipo de trabajo competente y entusiasta. Existe también una tercera posibilidad: aguardar hasta el mes de julio y que Paco Peña arme una plantilla con los remanentes...

Ortiz se encuentra cada vez más aislado en el ámbito futbolístico y en la sociedad alicantina, y su gestión provoca un creciente malestar entre los aficionados, quienes son el activo más valioso del Hércules.

Los próximos días, sin competiciones en curso, se presentan como un periodo interesante. ¿Acaso alguna persona sensata y respetada en la sociedad alicantina o en el ámbito del fútbol nacional aceptará las exigencias de Ortiz de representar a una institución como el Hércules, sin tener voz ni voto?