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Estas son las 10 claves que pueden condicionar el resultado de las elecciones municipales y autonómicas en la Comunitat Valenciana

Los partidos se enfrentan a las elecciones autonómicas y municipales más reñidas de los últimos tiempos

Gente paseando por las calles de València / Jorgefontestad

València

Este viernes arranca la campaña de unas elecciones cuyo resultado podría traer consigo un cambio de ciclo político en la Comunitat Valenciana. No parece que vaya a haber cambio en algunos ayuntamientos, pero a esta hora, a tenor de las encuestas, la Generalitat y el consistorio de la capital, de València, son una incógnita. La redacción de la Cadena SER ha sintetizado, en una decena, las claves para entender las elecciones del 28-M.

1. La Comunitat Valenciana es la "pieza" más anhelada del tablero nacional

La valenciana es la comunidad autónoma más importante que gobiernan los socialistas ahora mismo, después de perder Andalucía. El objetivo en Ferraz es conservar la Comunitat Valenciana (en solitario o en coalición) para mantener el equilibrio de fuerzas territorial. El PP, mientras, ha puesto el foco en la Comunitat como territorio necesario para el asalto posterior a la Moncloa.

Se da la circunstancia de que, en 40 años de autogobierno en la Comunitat, el bipartidismo se ha repartido a partes iguales la presidencia de la Generalitat. El president de la Generalitat, o ha sido del PSOE o del PP y, además, durante el mismo tiempo. El PP presidió la Generalitat 20 años (desde 1995 y hasta 2015) y el PSOE otros 20 años (de 1983 a 1995, y desde 2015 a 2023).

Sí que es verdad que los últimos ocho años el PSOE ha presidido la Generalitat, pero gobernando en coalición. En concreto, en el periodo 2015-2019 lo hizo con Compromís y con el apoyo externo de Podemos. En el periodo 2019-2023 el gobierno ha sido tripartito: PSPOE+Compromís+Podemos.

Es más, la Comunitat Valenciana ha sido laboratorio de pruebas de gobiernos de coalición y los partidos de izquierda lo han destacado como referente de buen gobierno. De hecho, a pesar de algunos desencuentros y diferencias respecto a algunos asuntos, los gobiernos del “Botànic” han aprobado en tiempo y forma los presupuestos de los ocho años que han gobernado.

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2. Reeditar el "Botànic" o el regreso de la derecha tras ocho años de ausencia

Las encuestas dan prácticamente un empate entre el bloque de izquierdas y el bloque de derechas. Todos los sondeos dan como ganador de las elecciones autonómicas al PP (en 2019 las ganó el PSOE), pero la clave va a ser quién sume más. Si PSPV, Compromís y Unides Podem Esquerra Unida suman 50 escaños o más en Les Corts, volverán a reeditar el Botànic. Si es el PP, Vox, y Ciudadanos suman 50 escaños o más, habrá cambio de gobierno.

En la suma va a influir el resultado de Unides Podem - Esquerra Unida. Si en la recta final la coalición se deshincha, puede arrastrar al resto de fuerzas de la izquierda. Tienen que superar el 5% de los votos. Si aguantan y no obtienen un mal el resultado, podrían romper el empate. En el otro bloque, Ciudadanos lo tiene muy difícil para entrar en Les Corts. Vox, mientras, podría sumar cinco o seis escaños más de los 10 que consiguió en las elecciones de 2019.

Si suma la izquierda, se da por hecho que Ximo Puig volverá a ser presidente (sería su tercer mandato) y Joan Baldoví (Compromís) y Héctor Illueca (Unides Podem - Esquerra Unida), sus vicepresidentes. Se reeditaría el "Botànic". Sin embargo, si la diferencia entre PSPV y el resto de partidos de izquierda es muy holgada, no se descartaría un gobierno de Puig en solitario. Es una posibilidad lejana con la que se ha flirteado en los últimos meses.

Algo parecido se plantea en el bloque de la derecha, aunque en este caso Mazón ha sido algo más explícito. Ha dicho públicamente que él quiere gobernar en solitario, pero habrá que ver las presiones que hace Vox para estar presente en un futuro gobierno de la Generalitat. Si eso ocurriese, sería la primera vez en la historia que la ultraderecha entra en el gobierno valenciano.

3. El PSPV y el perfil presidencialista de su candidato

Ximo Puig ha planteado una campaña de un marcado carácter presidencialista. De hecho lleva el lema de #elpresident. Va a lucir su perfil moderado, alejado de los extremismos y sacando partido a los logros conseguidos en la legislatura. No se descarta que entre en el barro de la confrontación recordando los años de corrupción del PP valenciano, reprochándole que se abrace a la ultraderecha, y que abandone los servicios públicos básicos, como ha hecho Ayuso en Madrid.

4. El PP, una marca que cotiza al alza y un candidato poco conocido

Carlos Mazón juega la baza de la marca que cotiza al alza en la Comunitat, y con un Feijoó con bastante predicamento. Mazón tiene el handicap de que es un dirigente poco conocido todavía, aunque ha presidido la Diputación de Alicante. Usará la baza de una administración valenciana sobredimensionado (muchos asesores, empresas públicas, "chiringuitos") y, por supuesto, utilizará los casos de presunta corrupción que salpican al PSPV (caso Azud, en el que también está el PP).

5. Compromís, sin el liderazgo de Oltra, de momento

Compromís se enfrenta a la primera campaña electoral sin su referente, Mónica Oltra. Cuenta con un cabeza de cartel muy conocido, Joan Baldoví, que además es referente del sector nacionalista de Compromís (el antiguo BLOC) y la más mayoritaria de la coalición. Baldoví usará algunos agravios del gobierno de Pedro Sánchez para marcar distancia respecto al PSPV, pero no se ensañará especialmente. No está claro todavía si contará en sus mítines con el apoyo de SUMAR, plataforma que públicamente han apoyado sin fisuras dirigentes destacados de Compromís.

6. Unides Podem- Esquerra Unida, esperando a Yolanda Díaz

El efecto de SUMAR es precisamente otra de las claves de la campaña de Héctor Illueca, el inspector de trabajo y vicepresidente del Consell que debuta como candidato a presidir la Generalitat tras su corta experiencia en el Congreso de los Diputados y en la administración general del Estado: Yolanda Díaz lo designó director general de la Inspección de Trabajo.

Podem va en coalición con Esquerra Unida después de semanas de negociación. La coalición ha expresado su deseo de que las ministras del Gobierno de España vengan a hacer campaña, incluida Yolanda Díaz. Durante la campaña van a presumir de gestión en las áreas que han dirigido en el Botànic (vivienda o memoria histórica) y seguirán azuzando a los "empresarios despiadados" como consigna. También marcarán distancia con el PSOE y con Compromís, al que acusan de ignorarlos y de “abrazarse” a la plataforma de Yolanda Díaz.

7. Vox, nuevos liderazgos y la certeza de que sumarán más

La formación de ultraderecha ha renovado liderazgos para estas elecciones en la Comunitat Valenciana. El catedrático Carlos Flores hará campaña siendo consciente de que Vox también es una marca que cotiza al alza. Eso sí, su condena hace 20 años por malos tratos psicológicos hacia su anterior mujer será utilizada por sus contrincantes como objeto de desgaste.

8. Ciudadanos, un partido en descomposición también en la Comunitat

Ciudadanos afronta la campaña con una estructura debilitada por sus constantes fugas (parte de los diputados autonómicos se han pasado al grupo de no adscritos o han dejado Les Corts; también los diputados provinciales de Alicante, donde gobernaban junto al PP, y la mayoría de los de la Diputación de València). Mamen Peris, actual portavoz en Les Corts tras la marcha de la anterior a las filas del PP, es la candidata a la presidencia de la Generalitat.

9. Equilibrio territorial entre la derecha y la izquierda

Se da por hecho que el PP reeditará los gobiernos del Ayuntamiento de Alicante, Benidorm, y Torrevieja además de la Diputación de Alicante. Es territorio de Carlos Mazón, el presidente del PP valenciano y candidato a presidir la Generalitat (Mazón es presidente de la Diputación de Alicante). Se da por hecho que la Diputación de València y la de Castellón serán del PSPV.

El asalto del PP para ampliar su influencia en la Comunitat pasa por la capital, donde también hay un empate, según los sondeos (casi lo hubo en 2019). Gobernar la ciudad podría catapultar a Mazón a la Generalitat. En el resto de ciudades grandes de la Comunitat (Elx, Castelló, Torrent, Gandia, Sagunt, Alzira o Alcoy) podría haber continuidad de gobiernos de izquierda.

10. El Ayuntamiento de València, empate hasta el último minuto

Al igual que ocurre con las autonómicas, en el Ayuntamiento de la capital encontramos también cierta igualdad entre el bloque de izquierdas y de derechas. Buena parte de las encuestas dan ganadora a María José Catalá (PP) y la clave será si suma con Vox los 17 concejales necesarios para gobernar. Aquí también se da por hecho que Ciudadanos se queda fuera.

En el caso de la izquierda, Unides Podem - Esquerra Unida (que también van en coalición como en las autonómicas) podría ser determinante. Si consiguen superar la barrera del 5% ayudarán a sumar al resto de fuerzas de izquierda (PSPV y Compromís). Si, por contra, rozan el 5% pero no lo alcanzan (como ocurrió en las elecciones de 2019), lastrará el resultado de la izquierda hasta el punto de poder hacerles perder el Ayuntamiento.

Una última lectura interesante es saber si habrá sorpaso PSPV-Compromís. Compromís obtuvo mejor resultado que el PSPV en las dos últimas convocatorias, y eso le dio la alcaldía a Joan Ribó.