Reto superado: 10 nadadores recorren los 21 kilómetros que separan La Vila del Campello
El pasado martes completaron la travesía en 7 horas y 50 minutos
Javier Boix y Lucía Álvarez, forajidos de las aguas abiertas
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Alicante
Primero fue Cavafis quien en su poema Ítaca nos recordaba que el trayecto, con sus experiencias y enseñanzas, era tan importante como llegar a la meta. Por supuesto, sin renunciar a que cumplir objetivos también nos produce una intima sensación, una plenitud que nos reconcilia con la capacidad de superación que nos caracteriza a los humanos.
Esa enseñanza que nos dejó el poeta griego y que podríamos resumir en que lo importante no solo es la meta, también lo es el camino, en esta sociedad hiperconectada, se ha convertido en un mantra o en una frase popular que sirve para resumir gestas como la que les hemos contado en esta edición de Forajidos.
Hace unos meses ya vinieron para contarnos que eran un grupo de nadadores, de diferentes orígenes y distintos niveles, pero que se habían propuesto recorrer todos juntos y al ritmo del más lento la distancia que separa las playas de La Vila Joiosa y El Campello. Unos tenían más experiencia, otros menos, pero querían disfrutar de la larga distancia, unos eran mas conscientes de la magnitud del reto y otros, ni mucho menos.
Al final fueron algo menos de 8 horas lo que tardaron en recorrer esta distancia haciendo paradas para el avituallamiento cada hora.
Para darle un poco más épica a la cosa, diremos que el pasado martes, 30 de mayo de 2023, al alba, con un día lluvioso, los diez valientes, 9 hombres y una mujer, se lanzaron al agua para hacer la travesía que les separaba de su destino: la Playa de Muchavista en El Campello. Pese a las incertidumbres que se cernían sobre ellos al comenzar a nadar y que lastraban sus neoprenos, cada brazada era liberadora y les acercaba al final de la aventura. En los avituallamientos recuperaban fuerzas y alimentaban las emociones. Y al llegar a la arena campellera, aunque hinchados por tanto tiempo a remojo, saborearon todo lo conseguido durante ese día y durante los meses que entrenaron sus cuerpos y la amistad que se ha generado entre ellos.
Eso sí, pasados los días, lo que todavía sigue en sus bocas es el sabor salado del agua del mar. Y con esa permanente sensación -todo se supera en esta vida- se han pasado por la radio Lucia Álvarez y Javier Boix, dos de los novatos. Hasta el pasado martes, el mayor desafío para ambos había sido cruzar los seis kilómetros que separan Tabarca de Santa Pola.
Ambos nos han hablado de la prueba en nombre de sus compañeros: Ernesto, Guillermo, Braulio, Juanfran, Luisen, Rodrigo, Lucas y Sergio.