¿Estás tritranquilo?

Valencia

Mentiría si digo, que el Levante ya está virtualmente clasificado para la gran final ante el Alavés o el Eibar, pero la realidad no se puede obviar y el camino para acceder a la autopista que le conduzca hacia Primera división se ha despejado notablemente si supera la prueba de exigencia del próximo miércoles.

Me imagino que Rubén Albés ya no estará 'tritranquilo' después del zurdazo de Jorge de Frutos que le obliga a ganar en Orriols por (0-2) para forzar la prórroga y marcar un tercer gol en el tiempo extra para eliminar al equipo de Javi Calleja.

Mentiría si digo, que el Levante hizo un partido enorme en el Carlos Belmonte y el (1-3) se corresponde con un gran juego del conjunto granota, pero llegados a este punto de la competición me importa entre cero y nada la forma de regresar a la máxima categoría.

Debe ser un problema de la edad y de mi memoria selectiva, pero del último ascenso solo recuerdo el testarazo de Sergio Postigo y no me pregunten si el partido fue bonito o si hubo pocas ocasiones de gol. Sé que había que ganarle al Oviedo para subir y eso es lo que pasó.

Estaría 'tritranquilo' si el Levante fuera fiable en las dos áreas y el Albacete no hubiera generado muchas situaciones de gol en los tres enfrentamientos que hemos disputado a lo largo de la temporada, pero ayer se demostró que cuando al equipo de Javi Calleja le falta fútbol aparece la personalidad y el carácter de sus mejores jugadores.

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El gol de Djetei al cuarto de hora espoleó al Levante, sintió que su orgullo estaba herido y reaccionó, forzando dos llegadas simultáneas que generaron el centro de Álex Muñoz, el error no forzado en el despeje de Álvaro Rodríguez, que el balón golpease en la puntera de Jorge De Frutos y unas manos blandas de Altube hicieran que la pelota superase la línea de gol.

No podemos hacernos trampas al solitario y omitir que sin haber tirado a puerta durante la primera media hora el Levante volteó la eliminatoria y ese 'churrigol' en propia puerta puede salvar toda una temporada.

El fútbol le devolvió al Levante esa pizca de suerte que todo campeón necesita en un torneo y que no había aparecido en ningún momento de la temporada. El Levante solo ha acumulado desgracias en otro año marcado por las lesiones y que se elevó a su máxima potencia con la baja de última hora de Wesley Moraes.

El golpetazo psicológico para el Albacete ha sido durísimo y ese jugueteo con la ausencia de presión se ha transformado en una carrera angustiosa contra el cronómetro y con un factor ambiental que el club granota ha trabajado para que 24.500 gargantas sean determinantes en el camino hacia la final.

No obstante, no necesito tirar del tópico para asegurar que la eliminatoria no está finiquitada y que los 'canallitas' de Albés van a vender muy cara su derrota.

Debe ser un problema de la edad y de mi memoria selectiva, pero jamás podré borrar los 4 goles que nos marcó el Écija en media hora de infausto recuerdo en el mes junio de 1995 y que nos arrebató un ascenso. Yo no estaré 'tritranquilo' hasta que el 17 de junio observe como una marea de levantinistas invade el césped del Ciutat de València. Ese día estaré en paz.