"Estamos en manos de la mediocridad", la conclusión de Hay Derecho tras analizar 66 altos cargos valencianos

València

"Hay mucha evidencia de la relevancia que tiene tener unas buenas instituciones para el bienestar social y económico de los ciudadanos y las empresas porque, a largo plazo, conducen a que tengamos un mejor o un peor país. Para que funcionen es primordial contar con los mejores líderes". Así ha arrancado su intervención Rafael Rivera, el responsable de datos de Hay Derecho, una organización sin ánimo de lucro que defiende el Estado de derecho y la lucha contra la corrupción.

La entidad ha analizado el currículum de 66 responsables de las principales entidades públicas de la Comunitat Valenciana en la última década y ha concluido que 33 de ellos suspenden en cuanto a los principios de mérito y capacidad, con menos de un cinco en una escala de 1 al 10. "No estamos en manos de los mejores, sino en manos de la mediocridad", ha aseverado Rivera.

La metodología de la investigación, que lleva por nombre "El dedómetro", ha girado en torno a cuatro aspectos, tales como la imparcialidad, la formación, la experiencia tanto profesional como de gestión, y la permanencia en el puesto, "quizás donde estamos peor en España" según Rivera.

La asociación ha analizado a un total de 101 responsables públicos de la Comunitat Valenciana, gobernada por la izquierda, y de la Comunidad de Madrid, gobernada por la derecha. El objetivo es ver si el sistema funciona "gobierne quien gobierne" según Safira Cantos, directora general de Hay Derecho. "La Comunitat está un poquito mejor que Madrid, pero tampoco es para tirar cohetes. Aquí el 53 % no aprobaría frente al 60 % de Madrid", según Rivera.

Falta transparencia

Hay Derecho ha analizado a responsables e instituciones, 43 en total, y el 86 % de ellas incumple con las obligaciones legales de transparencia; no obstante, Cantos ha querido destacar a los seis organismos que han sacado mejor nota. Todos ellos son valencianos y se trata, entre otras, de la Agencia Valenciana Antifraude, la Sindicatura de Comptes o la Ciutat de Les Arts i les Ciències.

Como ejemplo de entidad con cualificación baja se han referido a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) donde han observado que el nivel no es el adecuado. Rivera ha criticado el caso porque es una empresa muy técnica: "Estos señores tienen que gestionar una red de metro y de ferrocarril, no hay nada político. No hay trenes de izquierda o de derecha; sin embargo, lo que vemos es que muchas veces son perfiles muy politizados".

El trabajo incluye seis recomendaciones, entre ellas, la transparencia en los procesos de selección o la vigilancia y la asesoría. Según Cantos, "faltan procesos porque eso es lo que permite que haya dedocracia. El problema es que te puedes permitir hacerlo".

En su opinión, es necesario establecer perfiles porque "hay una grieta". Cantos, además, también ha reclamado evaluaciones de gestión porque eso sería lo que permitiría que quienes nombran y cesan tuvieran que dar explicaciones.

Evolución en diez años

Para hacer el trabajo, la entidad se ha remontado a 2013 y, en el caso de la Comunitat, la década ha estado marcada por el cambio de Gobierno de 2015, cuando llegó al poder la coalición compuesta por PSPV y Compromís.

Según Rivera, durante estos años se ha producido una "pequeña mejoría" aunque, si bajamos al detalle, se observa un cambio entre el Botànic I, con Unides Podem como apoyo externo, y el Botànic II, donde los morados entraron en el Consell.

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Se observa una mejoría en formación, experiencia profesional y relaciones políticas, que bajan; pero, por el contrario, ha empeorado la experiencia en la materia, la experiencia en la gestión y la permanencia en el puesto.