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Investigadores de VRAIN-UPV idean un nuevo sistema de voto a prueba de ataques

El sistema no requiere de ningún tipo de cifrado y aseguraría en todo momento la privacidad de los electores y electoras en elecciones generales, votaciones privadas o en la realización de encuestas anónimas

Entrevista a Damián López, investigador del Instituto VRAIN de la UPV, en Hoy por Hoy Locos por Valencia (16/06/2012)

València

Un equipo de investigadores del Instituto Universitario Valenciano de Investigación en Inteligencia Artificial (VRAIN) de la Universitat Politècnica de València ha ideado un sistema de voto electrónico que no requiere el cifrado del mismo y asegura en todo momento la privacidad de los electores y electoras.

El sistema podría aplicarse en elecciones generales, votaciones privadas, toma de decisiones en entornos distribuidos (por ejemplo, blockchain) o en la realización de encuetas anónimas, entre otros ámbitos.

Según explica Damián López, investigador del Instituto VRAIN de la UPV, este viernes en 'Hoy por Hoy Locos por Valencia', habitualmente, la mayoría de sistemas de voto recurren a algunos algoritmos criptográficos para proteger la integridad y privacidad del voto, es decir "un sistema donde se le da la potestad al usuario de construir su papeleta como un puzle y después, esta quedaría destruida en trozos que no se podrían recuperar por los piratas informáticos", simplifica López.

Dentro de los sistemas de voto puramente electrónicos, se pueden diferenciar cuatro grandes grupos: los que emplean firmas ciegas para proteger el voto; aquellos que recurren a la criptografía homomórfica para aglutinar votos sin conocer su contenido; los que usan firmas en anillo para proteger la identidad del usuario; y, finalmente, aquellos basados en tecnología blockchain para asegurar que el proceso sea público y descentralizado. Todas estas opciones recurren a la encriptación del voto y, debido a ello, cualquier ataque actual o futuro que pudiera plantearse a los protocolos de cifrado implicaría una debilidad y pondría en riesgo la privacidad del electorado.

“El sistema que hemos desarrollado implica a todos los agentes en una elección como garantes de la votación, recibiendo de los electores fragmentos de las papeletas emitidas, siendo incapaces por sí solos de desvelar el sentido del voto y debiendo colaborar en la reconstrucción de cada papeleta. El protocolo garantiza que todas las personas puedan comprobar, una vez publicado el escrutinio, que los votos fueron contabilizados en el sentido en que fueron emitidos”, explica Damián López.