La actual plantilla del Valencia excede por poco el límite establecido por LaLiga
Mientras no reduzca ese coste, sólo podrá inscribir jugadores mediante las restricciones económicas con las que el organismo penaliza a los clubes excedidos
Valencia
Está a punto de empezar un nuevo mercado de fichajes y el Valencia CF se encuentra con las mismas dificultades con las que afrontó el anterior. En ese último mercado, el de invierno, después de barajar varias opciones de incorporación de jugadores, Peter Lim decidió no fichar y, por tanto, no utilizar el remanente que todavía tenía procedente del préstamo de CVC; alrededor de tres millones de euros que, en consecuencia, siguen estando disponibles.
A partir de ahí, como el club sigue estando excedido, es decir, que su coste de plantilla (salarios de los jugadores y su amortización anual) está por encima del límite permitido por LaLiga, sólo podrá fichar en base a los criterios establecidos a tal efecto. Podrá utilizar el 40% de lo que reduzca ese coste de plantilla con los jugadores que salgan y el 20% del beneficio neto de los traspasos de esos jugadores. Si alguno de los jugadores que abandonan el club supone más del 5% del coste total de la plantilla, se podrá usar el 50% de la disminución y el 35% del beneficio neto de la venta.
El Valencia lleva varias temporadas excedido, pero tratando de adecuar ambas cifras; o sea, tratando de dejar de estarlo. Todo viene desde que no juega la Champions. En la última temporada en Champions, la 2019-20, la plantilla tenía un coste de 150 millones de euros, pero el Valencia se lo podía permitir porque por disputar la máxima competición europea obtenía unos ingresos de alrededor de 60 millones de euros. Al dejar de jugar la Champions, y ni tan siquiera la Europa League, ese dinero se esfumó, pero la plantilla seguía teniendo ese coste tan elevado. Por eso se fueron produciendo las ventas de los jugadores más caros como Maxi Gómez, Cillessen, Parejo, Rodrigo, Coquelin, Kondogbia, para terminar en los últimos de Guedes y Carlos Soler. Así, el Valencia acabó reduciendo su coste de plantilla en más de 60 millones de euros, pero todavía no ha sido suficiente.
Uno de los motivos es que se siguen computando las pérdidas derivadas del Covid. En su día se estimó que el Valencia había perdido unos 50 millones de euros por ello y LaLiga decidió dividir esa cifra entre cinco temporadas. Para la próxima, el 20% (10 millones de euros) se restan del límite permitido, con lo que baja un poco más el margen. El Fair Play Financiero se establece básicamente calculando los ingresos que obtiene el club: televisivos (que también han ido disminuyendo por las pobres clasificaciones obtenidas), comerciales, por abonados, por competiciones o por venta de jugadores, y a estos ingresos se le restan los gastos de estructura. El resultante es la cantidad que LaLiga concede para configurar la plantilla. Pues a esta cantidad hay que restarle además la de las pérdidas derivadas del Covid.
En definitiva, el Valencia sigue teniendo unas restricciones económicas considerables a la hora de confeccionar su plantilla para la próxima temporada, con lo que las llegadas se tienen que producir de nuevo a través de cesiones o de jugadores a bajo coste; con lo que lo normal es que la lucha por evitar el descenso vuelva a ser el leitmotiv del equipo de Rubén Baraja,
Carlos Martínez Reyero
Redactor de Deportes en Radio Valencia y director de "Off the Record"