Carmelo Del Pozo, primer fichaje de Corona para reconstruir la plantilla del Valencia CF

Vaelncia

El director deportivo del Valencia, Miguel Ángel Corona ha decidido integrar en su nuevo equipo a profesionales que tengan experiencia, una gran capacidad de trabajo y un enorme conocimiento del mercado para iniciar la reconstrucción de una plantilla muy cara pero con poca exigencia.

Carmelo del Pozo, que todavía no ha firmado su nuevo contrato y no tiene definidas las atribuciones que tendrá en la nueva estructura, es el mejor fichaje que Corona podría realizar para un Valencia austero y en el que el éxito se fundamentará en la búsqueda de jugadores de bajo coste y que ofrezcan un rendimiento muy alto para evitar inversiones como los 5 millones de euros que se han pagado por el central turco Cenk Ozkacar o terminar renovando a Mouctar Diakhaby por un salario prohibitivo y fuera de mercado.

El mejor ejemplo y el más cercano del trabajo que puede realizar Carmelo del Pozo en el Valencia es el que ya ejecutó en el Levante. Logró un histórico ascenso con Juan Ramón López Muñiz, al que convenció para que no firmara en el Rayo Vallecano y apostase por el banquillo granota.

Tiene un conocimiento exhaustivo de los mercados, le gusta trabajar sobre el terreno, tener un cara a cara con los futbolistas y con los clubes para que la Sampdoria aceptara una cesión de Campaña con una opción de compra por 500.000 euros si el Levante subía a Primera, que el Athletic de Bilbao viese en el Levante el club idóneo para prestarle a Álex Remiro y que luego terminaría fichando por la Real Sociedad, para que el Torino cediera al centrocampista serbio Sasa Lukic y por el que el Bournemouth pagó 10 millones, por fichar en Portugal a un desconocido Emmanuel Boateng que costó 1,8 millones de euros y lo vendió por 11 millones a China o el macedonio Enis Bardhi que estaba en el fútbol húngaro y fue traspasado al Trabzonspor.

Del Pozo, que en julio cumplirá 54 años, inició su carrera profesional como preparador físico del Betis y del Espanyol, pero con el paso del tiempo las circunstancias en los clubes donde trabajó le obligaron a compaginar el trabajo sobre el césped con el de los despachos como le sucedió en Vallecas y hasta convertirse en el impulsor del Real Oviedo que terminó en manos de inversores con capital extranjero.

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Fue en el verano de 2016, cuando Carmelo llegó a Orriols en un tándem que funcionó durante dos temporadas con Vicente Blanco ‘Tito’, pero la incompatibilidad con el método de trabajo y el desgaste sufrido en la destitución de Muñiz por Paco López le hizo buscar otras opciones profesionales que no salieron, como máximo responsable en el Deportivo de la Coruña y como asesor en el Hércules.