"La investigación sobre la esterilización forzosa de mujeres discapacitadas me ha enseñado a no juzgar"

València

Hay realidades que muchas veces si no nos tocan de cerca desconocemos. Es lo que le pasó a la periodista Maria Bonillo, que se encontró una noticia en el periódico que le hizo plantearse muchas preguntas. A partir de ahí, una investigación realizada gracias a la Beca de Periodismo de Investigación Josep Torrent que otorga la Unió de Periodistes, y el resultado de la cual se ha publicado recientemente con el título "Ventres sota custòdia. Història de l'esterilització forçosa a dones amb discapacitat", editado por la Institució Alfons el Masgnànim.

En 'A Vivir CV' hemos conversado con Bonillo sobre esta investigación que, según explica, le ha enseñado a no juzgar. Explica que todo empezó cuando leyó en un breve del periódico Levante, casi escondido entre las esquelas, que Les Corts aprobaban reconocer las esterilizaciones forzosas como violencia hacia la mujer. Eso le hizo preguntarse qué pasaba hasta entonces.

Sin embargo, esta periodista valenciana se encontró con muchas dificultades para llegar a familias que hubiesen realizado esta práctica. "He podido llevar adelante la investigación gracias a las asociaciones que trabajan con la discapacidad porque encontrar testimonios fue bastante complicado ya que se trata de un tema invisibilizado y silenciado". "Son personas hiperprotegidas, sobre ellas recae el paternalismo más absoluto", nos cuenta.

Un golpe de realidad

Hasta 2020, las familias o tutores legales de personas con discapacidad podían iniciar un trámite legal para esterilizar forzosamente a sus hijas. Era un trámite que se solicitaba a un juez, que junto con un forense se entrevistaba con la persona afectada y la mayoría de las veces autorizaba una práctica que ahora ya se considera violencia.

Sin embargo, Bonillo resalta que en su investigación no trata de juzgar a nadie. Todo lo contrario, detalla en 'A Vivir CV' que con sus entrevistas a testimonios y con familias "te adentras en una realidad en la que todo no es blanco o negro". "Ha sido toda una experiencia, un golpe de realidad que me ha hecho darme cuenta que todo tiene matices".

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Lo que no tiene matiz, señala la periodista, es que esta práctica ha recaído siempre en las mujeres discapacitades. "Aquí entran en juego distintos factores: el capacitismo, el sobreproteccionismo y el patriarcado que establece que a quien hay que esterilizar es a la mujer porque es la que se va a quedar embarazada". En este sentido, Maria Bonillo señala que a los hombres también se les podría realizar otras prácticas como una vasectomía, una intervención más simple y reversible, pero no se ha hecho históricamente.

En esta entrevista la periodista nos cuenta cuál ha sido el resultado de su investigación y qué podemos leer en "Ventres sota custòdia. Història de l'esterilització forçosa a dones amb discapacitat".