Vox y la nueva ‘hegemonía cultural’

Alicante

Decía Francino en la entrada de su programa de ayer que España no es como los tres presidentes de los parlamentos autonómicos de las islas Baleares, de Aragón o de la Comunitat Valenciana. Los tres comparten su ultracatolicismo y su rechazo al aborto.

Lo cierto es que el líder de Vox ha querido que tres personas con perfiles muy similares sean los que presidan estas cámaras. No es algo casual, es algo buscado. Como también lo es que hayan decidido reclamar, en aquellos lugares en los que gobiernan con el PP, las competencias de cultura, a las que los populares renuncian, sin darle mayor importancia. No es una de las 'grandes carteras' ni en los municipios ni en las autonomías.

Sin embargo, Vox da la sensación de que sabe perfectamente lo que no quiere que sea la cultura. Su cambio cultural pasa por las ideas que quieren imponer. Piden libertad en las redes, pero vetos a manifestaciones artísticas que les ofenden.

Evidentemente, la mayoría de los ciudadanos todavía no comulga con esta forma tan radical de ver la vida, pero claro que van a tratar de imponer una nueva hegemonía cultural y con ella su antiabortismo, su rechazo al cambio climático, a la eutanasia, al matrimonio homosexual, a las vacunas, a la violencia machista...