Los precios de las vacaciones de 2023 han aumentado entre un 5 y un 15% en hoteles y apartamentos turísticos de la provincia de Alicante

Alicante

Primer fin de semana de julio que supone el inicio de las vacaciones para muchos ciudadanos. Hoteles, apartamentos turísticos y campings manejan ocupaciones en torno al 80 y 90% a lo largo de toda la provincia para este mes, unas cifras que todavía serán mejores en agosto.

Unas vacaciones, que este año, son más caras que en 2022. La inflación y el aumento de costes ha provocado una subida en el precio del alojamiento turístico entre el 5 y el 15%, un hecho que, sin embargo, no ha frenado la demanda de reservas.

Desde la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos de la Comunitat, APTUR, señalan que dos años después se ha producido un incremento entre el 10 y el 15 por ciento, dependiendo de las fechas y la zona.

Su presidente, Miguel Ángel Sotillos, explica que "no se ha transmitido al precio de la reserva todo el coste que las empresas y los propietarios de las viviendas han soportado". "Hemos sufrido incrementos en el precio de la energía, en la gasolino o en los aprovisionamientos, por ejemplo, superiores al 10%" declara.

Por su parte, desde la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, HOSBEC, señalan que los precios de las reservas "tienen que subir" porque los costes han subido de "forma desmedida".

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Entre ellos, el coste de mano de obra, que en la provincia de Alicante ha tenido un acumulado del 5,5% de subida salarial, el coste de alimentación y bebidas, el cual ha subido un 25%, y el coste energético, que pese a estar más moderado que el año pasado, supone un gasto importante y más ahora en verano.

Su secretaria general, Nuria Montes, explica que las tarifas medias se sitúan entre los 160 euros de media por habitación y día en Benidorm, y 188 euros de media en el resto de la Costa Blanca. Asegura que el aumento de precios oscila entre el 5 y el 10% con respecto al año pasado y también admite que no se ha repercutido todo ese aumento de costes.

Ambas patronales señalan que esa subida en los precios de los alojamientos no significará una mayor rentabilidad para las empresas del sector.