Sociedad

Detenidos dos jóvenes de 18 y 19 años como presuntos autores de los delitos de hurto y robo con violencia a personas de edad avanzada en Vinaròs

Cometían los robos abrazando a sus víctimas y forcejeando con ellas

Vehículos de la Guardia Civil

Dos jóvenes de 18 y 19 años han resultado detenidos como presuntos autores de los delitos de hurto y robo con violencia a personas de edad avanzada en Vinaròs. Cometían los robos abrazando a sus víctimas y forcejeando con ellas.

Las investigaciones se iniciaron nada más tener conocimiento del primer hecho, en el que la víctima --de 74 años--, se percató de las intenciones de la presunta autora, consiguiendo evitarla cuando ésta intentó abrazarla tras pedirle información sobre una calle de la localidad, llegando a desabrocharle la pulsera que llevaba y huyendo rápidamente en un vehículo donde la esperaba el otro joven también ahora detenido.

En el segundo caso, la víctima --de 88 años--, se encontraba en el portal de su edificio esperando el elevador para personas mayores cuando la detenida se le acercó para pedirle dinero, diciéndole que la conocía a ella y a su marido, preguntándole incluso por él, resultando que el marido de la víctima había fallecido hace unos 30 años.

En ese momento, la detenida se abalanzó sobre ella para darle un abrazo agarrándola fuertemente por el cuello, forcejeando con la víctima que intentaba zafarse de ella sin conseguirlo, arrebatándole la cadena de oro que llevaba y dándose posteriormente a la fuga.

La víctima tuvo que ser atendida en el centro de salud por las lesiones sufridas en el cuello y un ataque de ansiedad.

Además de estos hechos mencionados, se pudo comprobar la autoría de ambos en otros dos hechos de similares características, uno el pasado día 22 de junio en Vinaròs en el que resultó víctima una mujer de 75 años de edad a la que sustrajeron una pulsera y un collar de oro, y otro en Benicàssim, el día 30 de junio, en el que resultó ser víctima una mujer de 72 años de edad a la que sustrajeron un cordón de oro.

En todos los casos, el modus operandi utilizado fue el del “abarazo cariñoso".