Periodismo, pese a todo
Pese a las amarguras y a la desolación que a veces encuentras en forma de respuestas, pese al matonismo de algunos a los que les gustaría acallar las voces críticas...
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Alicante
Silvia Intxaurrondo nos reconcilia con el periodismo, una profesión vocacional, pero carente de reconocimiento social, mal pagada y que exige grandes renuncias.
Es importante reivindicar a los periodistas que hacen preguntas y que defienden este hecho como algo irrenunciable. A los que ejercen la profesión con dignidad, pese a las amarguras y a la desolación que a veces te encuentras en forma de respuestas. Pese al matonismo de algunos a los que les gustaría acallar las voces críticas. La orfandad siempre es negra.
La mayoría de los periodistas ni son famosos ni aparecen en las televisiones nacionales y se alejan mucho de esos perfiles que dan una imagen estereotipada e incierta de esta profesión. Trabajan con decencia y sin exhibicionismos. A los más jóvenes hay que protegerlos, dejarlos crecer y ampararlos.
Periodistas que se la juegan todos los días y a los que nunca se les va a reconocer un trabajo fundamental para el mantenimiento de esta imperfecta democracia liberal. Pero, así son las cosas y así van a seguir siendo.