El Ford Fiesta nacido en Almussafes (Valencia) deja de fabricarse tras 47 años de existencia
El 18 de octubre de 1976 salió de la cadena de montaje de Ford Almussafes el primero de los Ford Fiesta que se producían aquí para toda Europa. Hace dos semanas, en la planta de Colonia (Alemania), se fabricó la última de las 22 millones de unidades producidas
Adiós al Ford Fiesta, nacido en Almussafes
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València
El Ford Fiesta que comenzó a fabricarse en 1976 en la factoría de Almussafes (Valencia) ha dejado de confeccionarse tras el adiós definitivo que la compañía ha dado al mítico modelo en la fábrica de Colonia (Alemania), de la que hace unas semanas partieron las últimas unidades.
El Fiesta no sólo supuso una revitalización económica para la Comunitat Valenciana cuando la mercantil del óvalo decidió instalarse en Almussafes en 1972, sino también una opción moderna y asequible para los españoles que, a mediados de la década de los 70 del siglo pasado, sufrían la crisis del petróleo y podían adquirir un vehículo de una marca estadounidense y con consumo moderado, por poco más de 125.000 pesetas de la época, cuando el litro de gasolina costaba entre 20 y 25 pesetas. No en vano, durante unos años fue el coche más vendido en España.
Adiós al 'Forfi'
"No era un coche muy grande, ni tampoco de lujo, pero era el coche de la gente. Ellos lo criaron y lo conducían. Se convirtió en un miembro más de la familia: un compañero de viaje, un viejo amigo en el que se podía confiar. Hasta que un día ya no se movió más. Y no porque no pudiese, ni porque no quisiere, sino porque su misión ya había terminado. Ahora nos toca decirle: gracias, pequeño coche".
Así se despedía la compañía del óvalo de uno de sus modelos más populares: el Ford Fiesta, con más de 22 millones de unidades vendidas en todo el mundo en sus 47 años de existencia. Desde el primer momento, el ‘Forfi’, como se le conocía cariñosamente entre sus propietarios, logró convertirse en uno de los coches más demandados, por ser un producto asequible, eficiente, versátil y práctico, marcando a varias generaciones de conductores y conductoras. Pero ya no se harán más. La multinacional estadounidense, que los fabricaba por todo el sur de Europa desde el municipio valenciano de Almussafes, ha finalizado su fabricación. Ahora, y tras siete generaciones, pasará a ser una reliquia del pasado y vivirá en nuestra memoria.
Su nombre se instaló en el imaginario colectivo de la sociedad valenciana y española, convertido en un icono de la cultura pop gracias a esta canción de Hombres G, y las calles de nuestro país se llenaron de sus ejemplares. Era más que un coche y eso hizo que impactara en los corazones de quienes alguna vez se pusieron a su volante o viajaron en sus asientos, dejando un reguero de anécdotas y recuerdos personales. Viajes en familia, vacaciones de Pascua con amigos, primeras veces, horas de carretera y miles de bandas sonoras.
Agustín es empleado de Ford Almussafes, donde empezó a trabajar en marzo de 1989, cuando tenía 22 años. Todavía recuerda cuáles eran las características de este pequeño gran coche y también la carga de trabajo, que era tal que hacían malabares con los turnos para poder llegar a cubrir la gran cantidad de pedidos que recibían.
Lo mismo le ocurrió a Cristóbal. Él también entró a trabajar en Ford Almussafes en el año 89 y también acabó decantándose por uno. Fue su primer coche y le sirvió para romper la mano. Ambos relatan cómo encajó la plantilla el hecho de que, en 2012, se dejase de fabricar en España. Fue un episodio algo traumático, aunque también hubo espacio para lo anecdótico, cuentan.
Pero las mejores historias que ha vivido el Fiesta ocurrieron más allá de sus líneas de producción, una vez que llegó a las manos de los conductores. Es el caso de Rosa, a quien le salvó, literalmente, la vida. Desde entonces, se declaró fan de la firma. Cuenta que siempre ha tenido un Ford en casa y recuerda lo satisfecha que estaba con su 'Forfi' de segunda generación.
La familia de Rafa tuvo un Ford Fiesta de tercera generación. Fue un regalo de Navidad para su abuelo, que principalmente lo gastaba para ir al campo. Les acompañó durante 23 años. Y así, millones de historias, coma las de Pau, Jesús o Bea. En todos ellos un sentimiento generalizado: el de la nostalgia que sienten al saber que quedan días para que acabe la 'Fiesta'.
Paula Pérez
Graduada en Periodismo por la Universitat de València. Redactora de informativos y productora del magacín...