VÍDEO | Sale de prisión el asesino en serie de Castellón, Joaquín Ferrándiz: "Me iré a vivir al extranjero para no molestar"

El asesino en serie de Castellón, Joaquín Ferrándiz, ha sido puesto en libertad este sábado. Ha sido alrededor de las 10:30 cuando Ferrándiz ha abandonado la prisión de Herrera la Mancha, donde ha cumplido una pena de 25 años de cárcel por el asesinato de cinco mujeres en la provincia de Castellón. Tras su salida, Ferrándiz no podrá entrar a las localidades de Castelló, Onda, Benicàssim y Vila-real, lugar de nacimiento de sus víctimas.

Ferrándiz ha salido de la cárcer de Herrera la Mancha con el rostro tapado por una mascarilla y una gorra. Ha asegurado a los medios de comunicación que, tras su salida de prisión, se irá a vivir al extranjero "para no molestar". Además, según ha señalado el periodista de Las Provincias, Arturo Checa, en declaraciones a Radio Castellón, Ferrándiz ha asegurado que nunca volverá a Castellón por respeto a las víctimas.

El caso de Ferrandiz marcó un antes y un después en la historia de la criminología en España. Es el primer asesino en serie de nuestro país al que se le realizó un perfil criminal. Ha cumplido 25 años de condena por el asesinato de Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra. Una condena de la que, el fiscal del caso, Juan Salom, explica que Ferrandiz salió beneficiado.

Ferrándiz, la revolución de los estudios del perfil criminal

El protagonista de uno de los capítulos más oscuros de la provincia de Castellón. Vicente Garrido, el psicólogo y criminólogo que realizó el perfil psicológico que permitió su detención y que, posteriormente exploró la mente de este asesino en serie, explica en Hoy por Hoy Castellón que el "problema" del caso fue que Ferrándiz no encajaba en el perfil del asesino convencional.

Garrido relata que la imagen social de una de las víctimas, concretamente de Sonia Rubio, distaba de la del resto, tres mujeres que ejercían la prostitución en la zona conocida como Vora Riu. La investigación dio un vuelco cuando apareció una nueva víctima, Amelia Sandra, al tiempo que el principal sospechoso, Claudio Alba, se encontraba en prisión.

Fue entonces cuando los planteamientos de Garrido derribaron la posibilidad de que había varios asesinos, y vinculando las cinco escenas de los crímenes, planteó un perfil único con una serie de características. El perfil terminó encajando con uno de los sospechosos: Joaquín Ferrándiz.

A la pregunta de si el asesino puede volver a actuar, Garrido asegura que Ferrándiz tiene mas recursos que otros para no reincidir, en comparación con otros asesinos en serie, porque, dice, es más inteligente y tiene más autocontrol.

El 13 de enero del año 2000 fue condenado a 69 años de prisión. Durante estos años, no ha asistido a ningún programa de rehabilitación y reinserción social.

La cara amable de la psicopatía

El subteniente de la Guardia Civil que trabajó en el caso, Tomás Calviño, como "la cara amable de la psicopatía". Un psicópata de manual, que, a primera vista, "era un joven normal y corriente, sin ningún tipo de problema, y un hijo ejemplar". No obstante, previamente, Ferrándiz pasó cinco años en prisión, después de ser condenado en 1990 por un delito de violación.

El castellonense agredía sexualmente a sus víctimas y luego las estrangulaba. Un modus operandi que sembró el pánico y la conmoción en la provincia de Castellón y que hizo posible su captura por parte de las autoridades cuando una joven logró escapar.

Otra de las pistas que lograron inculpar a Ferrándiz fue una cinta que el mismo asesinó utilizó para amordazar a una de las víctimas.

A la pregunta de si puede volver a actuar, Calviño asegura que España no cuenta con un muestreo las actuaciones psicopáticas posteriores al cumplimiento de condena de figuras como la de Ferrándiz, un "problema" a la hora de estudiar estas hipótesis.

El pasado mes de noviembre, el asesino en serie de Castellón obtuvo dos permisos para salir de la prisión de Herrera de la Mancha, donde ha cumplido condena, bajo la tutela de un párroco, aunque, tal y como explica calviño, durante los próximos 10 años no podrá residir en Castelló, Vila-real, Benicàssim y Onda.