Casi 100 voluntarios custodian un nido ante el inminente nacimiento de 78 tortugas en El Carabassí

Alicante

El 28 de agosto tuvo lugar un hito sin precedentes en la Comunidad Valenciana, el nacimiento de 72 tortugas bobas en la Playa de los Albaranes de Denia. Estas eclosiones, que fueron controladas por un extenso grupo de voluntarios animalistas, tuvieron un éxito del 100% en cuanto a supervivencia.

Con el gran aumento de desoves de tortugas marinas en las playas de la Comunidad, este nacimiento deja de ser un hecho aislado para convertirse en algo cada vez más habitual.

A mitad del pasado mes de julio, una tortuga boba llegó hasta una cala de Santa Pola del Este. Allí buscó un buen lugar de arena suave para hacer su nido y, una vez construido, depositó 93 huevos cubriéndolos con arena para volver al mar.

Expertos biólogos consideraron que la cala elegida por esta futura madre no cumplía las condiciones adecuadas para el correcto desarrollo de los huevos, por lo que se procedió al traslado de 78 de ellos hasta las dunas del Carabassí y otros 15 al Oceanogràfic de Valencia.

Mientras la protagonista de esta historia continúa su travesía por aguas mediterráneas, sus huevos están siendo incubados con la temperatura de la arena y, lo más importante, custodiados día y noche por un grupo de casi 100 voluntarios de animalistas en acción.

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Así lo explica Alberto Bernabé, coordinador de voluntariado de Ecologistas en Acción.

El protocolo para la eclosión de los huevos

A partir de los 50 días comienza el periodo en el que se considera posible que estos huevos eclosionen. En menos de dos semanas, cuando este momento llegue, el equipo de voluntariado estará listo para asegurarse de que el nacimiento se realice en buenas condiciones y todas las crías puedan regresar al mar.

En el momento de la eclosión, se pondrá inmediatamente en funcionamiento el protocolo habilitado. Este consiste en avisar a los técnicos de Xaloc, asociación para el estudio y conservación del mar, para que puedan realizar mediciones de sexo, peso y condiciones de salud a las tortugas. Una vez analizadas, se procede a la suelta controlada de las crías, que se realiza por la noche para evitar los posibles peligros a los que se enfrentan.

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Las tortugas que nazcan en el Oceanogràfic de Valencia permanecerán en el acuario durante un año. Esto asegurará su crecimiento en condiciones óptimas y que sus posibilidades de llegar a la edad adulta aumenten, pudiendo así continuar la especie. La reproducción en el caso de las tortugas bobas es un proceso tardío en comparación con otras especies, ya que alcanzan su madurez sexual a partir de los 17 años.

Concienciación ciudadana para la seguridad de las tortugas

Bernabé insiste en la importancia de llamar al 112 en caso de observar huellas de tortuga, las cuales están detalladas en varios carteles en los arenales de la costa alicantina. Añade, además, que en el caso de observar una tortuga marina atrapada en una red o entre cualquier otro objeto de plástico, es necesario avisar también a las autoridades, puesto que, a pesar de las buenas intenciones que se puedan tener al querer ayudar a estos animales, cabe la posibilidad de que resulten heridos.

Estas tortugas marinas, que solían desovar en el entorno del Mediterráneo en países como Grecia o Turquía, están buscando nuevas zonas y acercándose cada vez más a las costas alicantinas. La "caretta caretta", nombre científico de esta especie, está en peligro de extinción desde 1978 debido a la pérdida de su hábitat, la pesca accidental, la contaminación y el comercio ilegal.

Las tortugas marinas son animales que, mediante unos procedimientos de coordenadas magnéticas, siguen la tendencia de volver a la zona en la que han nacido para crear su propio nido. Esto implica que la costa alicantina podría convertirse en unos años en zona habitual de desove de tortuga boba.