La Confederación Hidrográfica del Júcar ha invertido cinco millones de euros para eliminar tapones de vegetación y troncos

València

Llega el otoño y, con él, el riesgo de inundaciones. Para tratar de reducir el riesgo, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha otorgado en lo que llevamos de año 90 autorizaciones para que los ayuntamientos realicen actuaciones de mantenimiento y adecuación de cauces. Además, ha invertido cinco millones de euros en obras propias para eliminar tapones de vegetación y troncos.

El presidente de la CHJ, Miguel Polo, explica en declaraciones a la Cadena SER que todos estos trabajos están planificados en el plan de prevención de inundaciones aprobado a principios de año, pero aclara que la vegetación en sí "no es mala" para los ríos, sino todo lo contrario. La Confederación ha centrado este verano sus trabajos en eliminar especies de vegetación invasora y tapones que puedan impedir el paso del agua, pero no en quitar toda la vegetación de ríos y cauces ya que, según su presidente, eso provocaría más inundaciones en la parte baja del río.

En estos últimos meses se han realizado otro tipo de actuaciones que contribuyen a mejorar la capacidad de desagüe de los cauces y la resilencia frente a inundaciones, como son las actuaciones de Restauración Fluvial. Dos ejemplos de ello es la restauración en el cauce del río Magro, en los términos municipales de Montroi, Real y Montserrat o la primera fase de la restauración integral del río Palancia. La actuación comenzó el pasado 12 de julio y se está desarrollando en los términos municipales de Soneja y Castellnovo. Según la CHJ afecta a una superficie de 267.800 metros cuadrados, con una longitud de 3,3 kilómetros y un presupuesto de aproximadamente 1,5 millones de euros.

Restauración del Clariano en Ontinyent

La Confederación del Júcar, igual que el resto de confederaciones, regulan todo lo que tiene que ver con la cuenca hidrográfica aunque no pueden evitar inundaciones debido a lluvias torrenciales en zonas que son inundables. Miguel Polo reconoce que en los últimos años hay más concienciación entre los ayuntamientos sobre el tema, y cada vez están más preparados para hacer frente a inundaciones.

Un ejemplo de esto son las obras que se están realizando en el río clariano de Ontinyent, que se desbordó en la gota fría de 2019 y que ahora se está restaurando, a su paso por el barrio de Canterería, para aumentar la zona inundable y convertir todo un barrio en un parque fluvial.

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Las actuaciones previstas en el tramo entre el Pont Vell y el Pont Nou del municipio tienen el objetivo de crear una zona inundable para mejorar la resiliencia frente a avenidas, generar una nueva zona de uso lúdico para la población y eliminar las especies exóticas invasoras del cauce para recuperar el bosque de ribera. La actuación abarca una superficie que ronda los 30.000 metros cuadrados y una longitud fluvial de 575 metros, y el plazo de ejecución de los trabajos es de seis meses.