Las familias afectadas por el caos en el transporte escolar exigen a la conselleria de educación un plan de contingencia

Valencia

Hartas. Las familias afectadas por los incumplimientos de una de las empresas concesionarias del servicio de transporte escolar están hartas. Esta mañana han protestado para exigir soluciones... Raquel que es madre de tres niños afectados explicaba que no es aceptable irse a la cama cada día sin saber si al día siguiente tendrá o no que llevar a sus hijos al colegio.

Vicente Pelechano, otro padre, lamenta que la conselleria no de más solución que darles largas. Que no establezca un plan B, un plan de contingencia, y que lo fíe todo sin fecha, ni soluciones inmediatas, a la vía administrativa. Y mientras los autobuses, si llegan, lo hacen en condiciones lamentables muchas veces o bien se quedan pequeños.

Las familias se han concentrado ante la sede de la conselleria, en València, y el conseller José Antonio Rovira ha bajado a hablar con ellas para confirmar lo que denuncia Pelechano: no tienen otra salida, consumir la vía admistrativa y que se consume la sanción para poder retirar la concesión.

Y hasta entonces pide paciencia. Ha explicado también el conseller que han pedido a la Guardia Civil que abra una investigación. También ha vuelto a recordar el conseller que la adjudicación la hizo el anterior gobierno del Botànic y que fue recurrida por los transportistas valencianos que ya auguraban problemas, aunque la justica les quitó la razón.

Problemas desde el primer día

Recordamos que este problema se viene arrastrando desde el primer día de colegio, el pasado lunes 11 de septiembre. Los problemas laborales en una de las empresas concesionarias de una de las rutas dejó sin autobús escolar a más de 1.000 escolares de 14 centros educativos, varios de ellos de educación especial. La conselleria se comprometió a dar solución al problema pero esa solución no llega. Por el camino el conseller Rovira ha culpado al anterior equipo de gobierno (que fue quien adjudicó el transporte escolar) y a la empresa a la que se le ha abierto un expediente sancionador sin fecha y sin, como denuncian las familias, más alternativa que algunos taxis.

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Las familias, mientras tanto, viven en una situación de incertidumbre y preocupación total. Los problemas se han querido resolver con conductores que realizaron las rutas escolares sin haber dormido (viajaron la noche antes desde Madrid); con autobuses sin la capacidad suficiente para todos los escolares que tenían que recoger; con autobuses no adaptados en los que no pueden subirse sillas de ruedas; con autobuses viejos, sucios, averiados...

La Guardia Civil llegó a multar a la empresa porque alguno de los autobuses ni siquiera cuenta con la preceptiva autorización para transporte escolar. Precisamente esa carencia es la que la alcaldesa de València, María José Catalá, pone sobre la mesa cuando explica que está dispuesta a que autobuses de la EMT lleven a los escolares afectados, eso sí, acompañados por sus madres y/o padres.