Materiales delicados
Javier Llopis, periodista

La Columna Javier Llopis (22/09/2023) "Materiales delicados"
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alcoy
A favor del actual gobierno municipal hay que decir que le ha echado valor al asunto; que desde los primeros ayuntamientos democráticos –allá por el año 1979- ha sido la única corporación que se ha atrevido a meterle mano en serio a la peatonalización del centro de Alcoy. En su contra, hay que subrayar una verdad incontestable: en este tema concreto el equipo que dirige Toni Francés lo ha hecho rematadamente mal y así se encarga de confirmarlo una sentencia del TSJ, que anula el proyecto y que obliga a reiniciar desde cero todo el procedimiento.
Los manuales de seguridad en el trabajo aconsejan que se actúe con máxima prudencia cuando alguien manipula materiales delicados. La peatonalización del casco histórico es desde hace décadas un material político altamente inflamable. Gobiernos anteriores han fracasado en este tipo de actuaciones y han tenido que enterrar diferentes planes para reducir el tráfico rodado en la zona tras el rechazo de comerciantes, vecinos y hosteleros. La sentencia del más alto tribunal valenciano ratifica que la actual corporación municipal ha cometido aquí un error de bulto, pecando de exceso de confianza y de irresponsabilidad, al no cumplir escrupulosamente con el proceso legal de información a los ciudadanos.
De forma involuntaria, el TSJ está penalizando un estilo de gobernar en Alcoy; un talante agresivo esgrimido durante años por el actual equipo socialista, que con excesiva frecuencia tiende a convertir en enemigos a perseguir a todas aquellas personas que han osado expresar discrepancias con alguna actuación municipal.
La rotunda sentencia del TSJ le ofrece al gobierno local una magnífica ocasión para practicar aquello que decía el Catecismo: dolor de los pecados y propósito de la enmienda. O lo que es lo mismo, pedir disculpas por la equivocación e iniciar los contactos para redactar un plan de peatonalización que sea fruto de un consenso real. La abrupta reacción del concejal de Movilidad, negando lo evidente e intentando quitarle importancia a un fallo judicial lleno de sustancia, no es desde luego un buen principio. La posibilidad de que Alcoy vuelva empantanarse en este dichoso asunto se perfila como una amenaza más que probable.




