El TM Benidorm sigue invicto tras empatar con Cangas
Los de Sergio Carballeira sufrieron hasta el final para arrancar un punto de O Gatañal
Benidorm
Lo avisó el entrenador del TM Benidorm antes de viajar a Galicia y lo sabían los aficionados y los jugadores: O Gatañal es una de las pistas más complicadas de la Liga Asobal y así lo comprobó y lo sufrió un equipo que, como sucediera una semana antes en casa ante el Ademar de León, volvió a celebrar el empate final (34-34) como si de una victoria se tratara.
Y no fue para menos teniendo en cuenta el horrible inicio de partido protagonizado por un TM Benidorm inoperante en ataque y endeble en defensa. Parecía que a esos jugadores que se vinieron arriba en la jornada anterior ante el Ademar de León, se les hubiese olvidado buena parte de su oficio y, sobre todo, de su garra.
Tan terrible fue el asunto que el TM Benidorm llegó a estar seis goles por debajo en el primer cuarto de hora de partido. Un arranque pésimo que no hacía prever nada halagüeño para un equipo que sigue arrastrando las bajas de algunos de sus puntales y que, más allá de lo que cada uno pueda aportar individualmente, sufre por ello de graves carencias en las rotaciones.
Por eso y, sobre todo, por el mal arranque del partido ante Cangas, se hacía muy complicado ser optimista. La teoría, esa que el deporte de élite siempre desmonta a la primera ocasión, decía que las cosas iban a ir de mal en peor. Un equipo sin demasiado fondo de banquillo lo iba a tener muy complicado para remontar a medida que los minutos fueran pesando en los brazos; pero de nuevo salió a relucir ese ‘algo’ que caracteriza al TM Benidorm y que sólo se puede achacar a la garra, sea lo que sea eso.
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Tras verse con seis goles de desventaja, el TM Benidorm volvió a igualar la contienda y, pese a irse al descanso con una desventaja mínima, se permitía el lujo de volver a creer en sus opciones.
La segunda mitad fue mucho más igualada que la primera, aunque Cangas, llevado en volandas por su afición, siempre pareció tener la batuta del partido en sus manos ante un TM Benidorm que no conseguía ponerse por delante en el luminoso y que veía como, cada vez que estaba a las puertas de conseguirlo, le caía encima un acelerón local.
Como sucedió en el Palau d’Esports ante el Ademar de León, se llegó al minuto final de partido con un gol de desventaja y, de nuevo, había que confiar en la épica y, sobre todo, en la frialdad. En esta ocasión, además, eso se hacía más complicado porque el TM Benidorm había pecado, en varias fases del partido, de precipitación en exceso, lo que ponía el asunto todavía más cuesta arriba.
Sin embargo, en un último ataque no apto para cardiacos, los de Benidorm consiguieron igualar el partido para subir el 34-34 definitivo al marcador, un resultado que les permite presumir de seguir invictos antes de afrontar, el próximo sábado, una importantísima visita del Huesca a su feudo.