La Real Academia de Cultura Valenciana sostiene que el origen del valenciano se remonta a "la más profunda prehistoria valenciana"
En un texto íntegramente en castellano la Real Academia insiste en la tesis de que el valenciano es coetáneo del euskera y procede de la 'Lengua Ibérica' que sitúan en los siglos V y IV antes de Cristo
Valencia
El escrito, firmado por José Aparicio Pérez, académico secretario de la junta de gobierno de la Real Academia de Cultura Valenciana, considera que "los orígenes de las lenguas son prehistóricos, tal y como nos ha enseñado el Dr. Xaverio Ballester, autor del número 10 de ELEA, obra que publicamos con especial dedicación y empeño. En este caso se encuentra la lengua valenciana que, sin duda, hunde sus más profundas raíces en la más profunda prehistoria valenciana".
Y continúa: "Entre las lenguas que derivan del prehistórico indoeuropeo, que según algunos investigadores llegó al occidente mediterráneo y europeo con la cultura neolítica, no se encuentra ni la vasca ni la ibérica, cuyo origen preindoeuropeo es incuestionable, lo que invalida toda posibilidad de que el Neolítico llegara a nuestras tierras a caballo de una invasión humana, confirmando, en todo caso, la simple aculturación por circulación de tecnología y productos en todas direcciones".
Para concluir que "los valencianos podemos sentirnos orgullosos de conocer nuestra primera lengua escrita, la Lengua Ibérica, cuyos textos más antiguos se remontan a los siglos V-IV a. de Cristo". Sitúa esa lengua como coetánea del euskera (lengua vasca, dice el autor) y afirma que existen más de mil textos o trozos de textos que lo acreditan, aunque añada después que son textos que no han podido traducirse y, por tanto, "los textos resultantes son ininteligibles".
El autor explica que "es evidente que el latín influyó decisivamente en la sustitución lingüística que tuvo lugar a partir del siglo segundo antes de nuestra era en el territorio ibérico valenciano, tras la conquista romana y nuestra plena incorporación al nuevo orden mediterráneo que se impuso a través de la primera globalización conocida". Pero niega una sustitución total y se ampara en la obra del Doctor Xaverio Ballester del que indica, sin más, que "los argumentos lingüísticos que avalan esta creencia son ya incuestionables".
El autor lamenta que el criterio científico haya escorado hacía "otra lengua, otra cultura", incluso "otra etnia" que nunca ha aceptado la lectura que del origen del valenciano hace la Real Academia de Cultura Valenciana. Se basa el autor del escrito en las "aportaciones rigurosas" de otro doctor, el Doctor Penyarroja y apunta -literalmente- que "durante muchos años, la mayor parte de los valencianos creyó firmemente en la personalidad e identidad de su propia lengua, el Idioma Valenciano, pero, salvo aportaciones rigurosas del Dr. Penyarroja, el resto no terminaba de ser asumido por la comunidad científica independiente y no cautiva, tanto la externa como la interna. Ni qué decir tiene que la comprometida con otra lengua, otra cultura e, incluso, otra etnia, pretende ignorar cualquier aportación, por rigurosa que sea y fundamentada que esté".
Y culpa a la "defección interna tanto académica como política" que no haya calado más hondo la defensa de la lengua propia. Textualmente afirma: "Es por ello la singular batalla que desde casi medio siglo el Pueblo Valenciano, desde la calle fundamentalmente y desde las aulas en menor medida, viene librando en defensa de su Lengua e, incluso, de su Historia y Cultura. A la defección interna, tanto académica como política, hemos de achacar la mayor responsabilidad".