Juicio en Castellón por agredir sexualmente a una estudiante en un parque de la zona universitaria
El presunto agresor, que sufre un trastorno mental, se enfrenta a cinco años de cárcel por un delito de agresión sexual
Una mujer llama al 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género. / Getty Images
Castelló
La Audiencia Provincial de Castellón ha juzgado este miércoles a un hombre acusado de agredir sexualmente a una joven en diciembre de 2019.
Los hechos sucedieron el día 11 de dicho mes, cuando el procesado, que mantenía una relación esporádica con la víctima desde agosto de ese mismo año, se encontró sobre las 00:00 horas con ella en un parque cercano a la zona de la Universitat Jaume I de Castelló, con el pretexto de hacer deporte.
Fue allí, donde, presuntamente, se abalanzó sobre ella, la inmovilizó y la agredió sexualmente. La presencia de algunos testigos alertaron al joven que, a pesar de la inacción de los mismos, acabó huyendo del lugar después de tirarla al suelo e intentar agredirla físicamente.
El acusado se niega a declarar
El acusado, que sufre un trastorno que afecta parcialmente a su capacidad mental se ha negado a declarar excusándose en el consumo de una "fuerte medicación". Por su parte, la víctima, que se encontraba residiendo en Castelló por motivos de estudio, ha descrito algunos comportamientos agresivos y tóxicos del supuesto agresor durante sus meses de contacto antes del 11 de diciembre que, a pesar de reiterarle que cesara en esas acciones, el hombre repetía habitualmente.
"O retiras la denuncia o enseño los mensajes"
La víctima asegura que al día siguiente de la presunta agresión se dirigió a la comisaría para denunciar los hechos, volviendo, horas más tarde, para declarar que estaba recibiendo amenazas por parte del agresor para que retirara la denuncia y que, "si no lo hacía, mostraría a las autoridades unos supuestos mensajes en los que ella le insultaba".
El relato de la víctima, "exhaustivo y coherente"
La Fiscalía mantiene que el relato de la víctima, que ha declarado vía telemática al encontrarse en China, su país de origen, es exhaustivo y coherente, al igual que lo fue el que prestó durante la instrucción del caso. Además, el Ministerio Fiscal señala que "hay que partir de la base de que se trata de una mujer joven, extranjera y con dificultades en el idioma que le llevaron a ralentizar su actuación que, pese a todo, fue coherente y su declaración sólida".
La Fiscalía también defiende que los testimonios de una compañera de clase de la víctima y de una de sus alumnas de clases particulares corroboran los hechos, ya que ambas aseguran haberse encontrado a la joven en un estado de nerviosismo y pánico muy notables horas después de lo sucedido.
Además, la alumna de la víctima, en su declaración, asegura haber apreciado actitudes agresivas y machistas a lo largo de la relación que la joven mantenía con el acusado y de cuyo devenir fue testigo. También dan amparo a la reacción del agresor en el momento en el que la policía trata de contactar con él tras la denuncia, ya que, según la Fiscalía, el varón amenazó a la joven con hacer públicos unos mensajes de Whatsapp si no retiraba la denuncia.
El Ministerio Público solicita provisionalmente una pena de prisión de cinco años por un delito de agresión sexual para el que contempla la eximente incompleta de alteración psiquiátrica. El caso ha quedado visto para sentencia.