El TM Benidorm se abona al empate y a los partidos agónicos
Los de Sergio Carballeira volvieron a brindar un enorme espectáculo a un Palau con cada vez más afluencia de público
Benidorm
La gran fiesta organizada el sábado por el Club Balonmano Benidorm alcanzó, visto lo visto durante el partido entre el TM Benidorm y el Bada Huesca, su principal objetivo: aumentar la masa social en las gradas del Palau d’Esports l’Illa de Benidorm. El recinto se quedó lejos todavía del lleno absoluto, pero fueron muchas las caras nuevas las que presenciaron el gran espectáculo que locales y aragoneses dieron sobre la cancha para terminar con el tercer empate consecutivo de un conjunto benidormense que es ahora, junto al Barça y al Bidasora de Irún, uno de los únicos tres equipos que quedan invictos en la Liga Asobal.
Quedaban sólo seis segundos de partido cuando el Bada Huesca consiguió el gol que parecía que iba a provocar la primera derrota del año del equipo de Sergio Carballeira, el técnico gallego que reaccionó como un rayo lanzando sobre la mesa arbitral la tarjeta pidiendo tiempo muerto para poder diseñar, pizarra en mano, la táctica con la que, una vez más, anotarse el empate en el suspiro final.
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Como dos semanas antes ante el Ademar de León, la olla a presión que había sido el Palau d’Esports durante toda la hora de partido quedó en silencio absoluto. En seis segundos poco iba a poder hacerse, pero la apuesta de Carballeira y, sobre todo, el compromiso de unos jugadores que, pese a las bajas que sigue arrastrando el equipo, iba a obrar el milagro que se convirtió en el 26-26 definitivo.
Y todo, después de un partido en el que el TM Benidorm mostró, a la vez, su mejor y su peor versión. Sobre todo, en la segunda mitad, cuando nada más volver de los vestuarios los locales encadenaron una serie de ataques muy efectivos que les hacían marcharse cuatro arriba en el marcador.
El equipo estaba en estado de gracia, no sólo con buenos ataques, sino con sólidas defensas que obraron ese hueco en el luminoso que, sin embargo, el Bada Huesca pudo recortar cuando, sin motivo aparente para ello, el TM Benidorm entró en una crisis de juego que volvía a dejar las cosas muy igualadas.
Y así fue como, con ventajas mínimas de unos y otros, se entró en esos seis segundos finales de infarto que acabaron con un empate sobre la bocina que, una vez más, fue celebrado por la plantilla y la afición local como si de un triunfo se tratara.