Hacer las cosas bien, hacer las cosas correctas y hacer bien las cosas correctas
Mientras que para el Consell se puede reducir la grasa política y trabajar con la misma eficiencia, el consistorio de Alicante asegura que hay que ganar en "eficiencia, eficacia y profesionalidad" creando nuevos cargos
La Columna de Carlos Arcaya: «Hacer las cosas bien, hacer las cosas correctas y hacer bien las cosas correctas»
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Alicante
Resulta curioso que el mismo día en el que Barcala anuncia la intención de contratar a doce directores generales con un coste para las arcas municipales de 1,5 millones de euros al año, el presidente Carlos Mazón asegure que ha reducido la nómina de asesores de la Generalitat en 55 personas para ahorrar algo más de 3 millones de euros al año.
Mientras que para el Consell se puede reducir la grasa política y trabajar con la misma eficiencia, el consistorio de Alicante, por el contrario, asegura que hay que ganar en "eficiencia, eficacia y profesionalidad" creando estos nuevos cargos. Me dirán que no son situaciones análogas y que este es un terreno abonado para la demagogia. Bueno, la política suele oscilar entre la necesidad y la virtud.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante debe estar apurado al presentar una reforma de tanto calado de forma tan apresurada. Y, además, sin haber resuelto el problema de la carrera profesional de sus funcionarios.
Decía un tal Peter Drucker, un experto en administración, que una cosa es hacer las cosas bien, otra hacer las cosas correctas y otra hacer bien las cosas correctas. Veremos. Las legislaturas suelen ser muy largas.