El concejal de Turismo de Oliva responsabiliza de la adjudicación de los chiringuitos al anterior gobierno

Oliva

Nos hacemos eco de unas prácticas irregulares en el concurso de adjudicación de los chiringuitos de la playa de Oliva, que ha destapado el periódico Levante. Según apunta este diario, varias empresas con vínculos familiares han utilizado la fórmula de presentar ofertas económicas “coordinadas” para adjudicarse un chiringuito de la playa olivense.

En una estrategia que todo apunta que sea de común acuerdo, estas empresas presentan ofertas escalonadas, para que los representantes de las mercantiles renuncien a las más elevadas, con lo que se adultera la competencia entre las empresas que pretenden hacerse con la adjudicación del local.

Según indica el periódico Levante, este hecho haría años que podría estar produciéndose, y ahora el Ayuntamiento de Oliva ha reaccionado con la exclusión de este grupo de empresas y la apertura de un proceso de investigación.

Pues desde Radio Gandia SER hemos recabado algunas impresiones sobre este polémico asunto. En este caso, el líder del grupo popular en el Consistorio olivense, Germán Salazar, reclama “decoro” al actual delegado de Turismo, el concejal de UCIN Salvador Llopis, puesto que es manifiesta su amistad con alguno de los responsables de estas empresas que han sido excluidas en el proceso de adjudicación de los chiringuitos.

Para Salazar “no es de recibo” que esté dirimiendo en una cuestión que le puede afectar de forma personal.

Desde el grupo popular se insiste en la necesidad de investigar más a fondo este asunto, que afecta a las arcas municipales.

Por su parte, al margen de que el actual responsable de Turismo y Playas es Salvador Llopis, que forma coalición de gobierno con Projecte Oliva, recuerda el concejal de UCIN que se trata de un proceso administrativo que llevó a cabo el anterior Ejecutivo, que recordemos estaba en manos de Compromís y PSOE, ambas fuerzas políticas en la actualidad en la oposición.

En declaraciones a Radio Gandia SER, Salvador Llopis asegura que a sido él mismo el que ha tomado la decisión de apartarse de la supervisión de este caso, ya que se trata de un asunto que le vincula “con amigos de infancia”, pero insiste en que fueron los anteriores responsables gubernamentales los que dieron carta blanca a todo el proceso de los chiringuitos que ahora se impugna por la vía administrativa.

Llopis ha reconocido que esta situación de “irregularidades” que ha detectado el actual Gobierno local está obligando a revisar “con lupa” otros procesos de adjudicación públicos llevados a cabo por el anterior Ejecutivo municipal, lo que está revelando “sobrecostes” no justificados. En este sentido, afirma el concejal de UCIN que por su parte está dispuesto a llegar “a las últimas consecuencias” para fiscalizar esta etapa de sus predecesores.

Por cierto, indica Llopis que esta “revisión” está creando un colapso administrativo en el Consistorio olivense.

Con respecto a que este asunto de las irregularidades en el proceso de adjudicación de los chiringuitos pueda derivar en una crisis de gobierno, Llopis no contempla para nada esta posibilidad, sino más bien al contrario, ya que dice que está compenetrando más a Projecte y a UCIN en aras de defender los intereses de Oliva por encima de todo.