"Las maquilas son una forma de explotación descontrolada de la mano de obra de las mujeres"

València

Jornadas interminables, sueldos míseros y falta de higiene en las fábricas. En todo el mundo, 27 millones de personas trabajan en las denominadas "zonas francas o zonas económicas especiales", conocidas coloquialmente en América Latina y el Caribe como maquilas.

Se estima que a día de hoy existen unas 2.000 zonas económicas especiales en todo el mundo. Estas zonas se han extendido por numerosos países latinoamericanos como una forma de atraer inversión extranjera a cambio de mano de obra barata, no sindicada y libre de impuestos. La industria textil se ha convertido en uno de los mayores usuarios de estas zonas. Las zonas francas suministran productos a poderosas empresas del mundo de la moda, multinacionales con fábricas subsidiarias y cadenas de producción en todo el mundo.

Hoy en la Ventana Solidaria nos acompaña Carmen Urquilla. Ella es una de las dos representantes de la Red Centroamericana de Solidaridad con las Trabajadoras de la Maquila que está estos días en la Comunitat Valenciana. Un encuentro cofinanciado en el año 2020 por la entonces Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática y gestionado a través de la Fundación Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo de UGT-PV

Las maquilas están situadas en varios países de Centro América "como una forma aparente de resolver la pobreza de las mujeres, pero no es así. Ellas, que son mujeres muy jóvenes, ven en la maquila una salida a sus vidas para mantener a la familia" según Urquilla. Acceden a las maquilas "para tener un sueldo y trabajo digno y se encuentran con un trabajo con malos tratos, sin salarios dignos, trabajando hasta 12 horas sin parar".

Los grandes capitales, la élites económicas, son las que salen ganando con la venta de ropa deportiva que ellas elaboran, según explica Carmen Urquilla.

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Esta red de solidaridad con las trabajadoras de la maquila se dedica a investigar, a documentar la situación de las mujeres centroamericanas en relación a la sistemática violencia laboral a la que se enfrentan las mujeres de las maquilas. También, como ha explicado Carmen, "les permite hacer un intercambio de experiencias entre las organizaciones integrantes" . Y sobre todo, " la sensibilización y movilización social, que haya campañas que les puedan informar de sus derechos e incluso la asistencia a casos de vulneración de derechos laborales".