El Valencia sigue bloqueado y pierde 7 millones en el ejercicio 22/23 a pesar del alarmante empobrecimiento deportivo al que le ha condenado Peter Lim

Valencia

El Valencia sigue bloqueado y en una situación económica crítica. Esa es la fotografía que sigue desprendiéndose de sus cuentas anuales. En este caso, del ejercicio 2022/23. El club de Mestalla traslada este lunes sus balances a los accionistas. En dicha documentación, refleja unas pérdidas por valor de 6'9 millones de euros después de impuestos en el ejercicio 22/23.

Es el noveno ejercicio de Meriton al frente de la SAD y el octavo en el que da pérdidas. El Valencia únicamente dio beneficios en la temporada 18/19, con el maquillaje contable de la operación Neto-Cillessen:

Temporada 14/15: -1'7

Temporada 15/16: -31'4

Temporada 16/17: -27'1

Temporada 17/18: -36'2

Temporada 18/19: 1'3

Temporada 19/20: -8

Temporada 20/21: -31'2

Temporada 21/22: -45'8

Temporada 22/23: -6'9

La deuda del club sigue siendo tremendamente elevada. Al cierre del ejercicio 22/23 la cifra es de 335 millones de euros. El fondo de maniobra continúa siendo negativo: ha pasado de -149 en la 21/22 a -96 en este ejercicio 22/23.

La SAD, a la que Peter Lim sigue teniendo contra las cuerdas por la alarmante desinversión deportiva decretada hace años, ha reducido sus gastos anuales. En especial, en el apartado referente a amortizaciones, que han descendido de 41 a 18 millones de euros por la salida de jugadores como Maxi Gómez, Cillessen o Gonaçalo Guedes. También reduce el coste de plantilla, que esta campaña es de 72 millones de euros entre salarios (60'2) y amortizaciones (12'2). Hay que recordar que, teniendo margen de sobra de FPF -entre 8 y 9 millones de euros- Lim ordenó no hacer más incorporaciones en la recta final del mercado de verano.

Hay apartados en los que el Valencia vuelve a crecer, como en anteriores ejercicios. Aumentan los ingresos por publicidad (que pasan de 21 a 23 millones de euros), los ingresos por abonos (suben de 11 a 15 millones de euros) y también en concepto de competiciones (de 7 a 12 millones de euros). En cambio, siguen reduciéndose los ingresos por derechos televisivos. En el ejercicio 22/23, descienden 3 millones de euros (un 4%), como consecuencia del préstamo de CVC, la bajada de las audiencias y el negativo rendimiento deportivo del equipo.

El Valencia reconoce asimismo otro préstamo por parte de Lim, ya anunciado públicamente, de 35 millones de euros. 15 de ellos se dispusieron en diciembre de 2022 y los otros 20 para pagar fichas en verano. Por el momento, el club no refleja en la memoria cuándo los capitalizará Lim.

En el presupuesto 23/24, que contempla unos ingresos levemente inferiores a los 100 millones de euros, la SAD ya contempla conseguir un beneficio neto de 24'9 millones de euros en venta de jugadores para lograr el equilibrio financiero.

Sin inversión económica de Lim en la parcela deportiva y sin un plan competitivo en el césped que pudiera generar dividendos vía competiciones europeas, el club sigue fiando la salida de este peligroso bloqueo al traslado y finalización del Nuevo Mestalla, con el que el Valencia considera que podría aumentar la partida de ingresos, además de desprenderse de la parcela del viejo Mestalla.

Resulta sorprendente, además de una evidente contradicción, esta repentina urgencia por el traslado al nuevo estadio. Y resulta llamativo que el club la convierta en la llave que soluciona gran parte de los problemas económicos de la SAD. Sobre todo porque, si lo fuera, no es comprensible que Lim esté aquí ya nueve ejercicios y no haya invertido un solo euro en Cortes Valencianas.