La Comunitat Valenciana ocupa el puesto 13 en el ránking de calidad del empleo del Ivie por su tejido productivo

València

La calidad del empleo en España ha mejorado en los últimos quince años en todas las comunidades autónomas salvo en Extremadura, pero la Comunitat Valenciana se encuentra 2,4 puntos por debajo de la media estatal. Así se extrae de un informe elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación Ramón Areces titulado 'La calidad del empleo en España y sus comunidades autónomas'.

El documento ha sido desarrollado por Lorenzo Serrano y Ángel Soler, investigadores del IVIE y catedráticos de la Universitat de València, junto a Fernando Pascual, técnico de investigación, y durante la rueda de prensa que han ofrecido han destacado el "avance" experimentado en comparación con el año 2007, el último antes de la Gran Recesión. En estos tres lustros, la calidad del empleo en el conjunto del Estado ha subido en 3,1 puntos.

El estudio lo han presentado este martes en València y, para elaborarlo, han tenido en cuenta 18 indicadores como, por ejemplo, el sueldo, el horario o la temporalidad. Según han destacado, la diferencia entre unas autonomías y otras es notable y la valenciana queda en el puesto número 13 del ranking, aunque ha experimentado una mejoría durante este tiempo.

La evolución registrada aquí la cifran en 0,7 puntos y eso coloca a la Comunitat por debajo de la media estatal en prácticamente todos los indicadores salvo en siniestralidad y horarios poco habituales. Por ejemplo, si se pone el foco en el sueldo, se constata que los valencianos y valencianas perciben un 9% menos de salario que la media del Estado. Además, el 21% de la población ingresa "salarios bajos", es decir, unos 6,6€ la hora. En este caso, la media nacional se sitúa en un 16%.

Según Pascual, uno de los investigadores, hay tres aspectos que explican la situación de la región: el tamaño de las empresas, el sector productivo y el nivel formativo de las plantillas. Pascual ha expuesto que nuestras empresas son más pequeñas que la media, nuestros sectores productivos "no ofrecen salarios muy altos" y, además, hay menos trabajadores con estudios superiores: "Todo ello lastra la productividad y, en consecuencia, los salarios".

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La brecha de género se reduce

Como aspectos positivos, los autores del informe han destacado la mejoría percibida en la brecha de género, que se ha reducido en un 10%, y el avance registrado en los parámetros a partir del año 2018.

Según han explicado, la respuesta a la salida de la crisis inmobiliaria fue diferente a la dada tras la pandemia y eso explica que ahora tengamos niveles de empleo más altos y menores tasas de paro.

En opinión de los autores, no obstante, "siguen existiendo muchos problemas" y, como ejemplos, se han referido a la cantidad de gente en jornada parcial, al escaso aumento salarial experimentado o a la temporalidad.

Trabajar para vivir y no vivir para trabajar

Sobre esta última cuestión, durante la presentación del trabajo han hecho hincapié en la temporalidad en el sector público que "puede ser un lastre" porque tiene una tendencia al alza, al contrario de lo que ocurre en el sector privado.

Como conclusión, los autores han destacado que también se observa que tras la pandemia hay un "cambio en el mercado de trabajo" porque ahora la gente es más exigente y quiere trabajar y vivir de otra manera. Según han resumido, hay más población dispuesta a renunciar a una parte de su salario a cambio de trabajar menos.