Ocio y cultura

Una muestra fotográfica llega al CCCC para "vaciar" la mirada de "clichés" que impregnan el mundo penitenciario

Raúl Belinchón visitó tres años la cárcel de Picassent para "ponerse en el lugar" de los internos: "Hay vida más allá de los muros"

Un hombre frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània Rober Solsona / Europa Press / Rober Solsona

Un hombre frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura ContemporàniaRober Solsona / Europa Press

València

La exposición 'Algo parecido a la libertad', el último trabajo del fotógrafo valenciano Raúl Belinchón tras visitar durante tres años el interior de la cárcel de Picassent (Valencia), llega al Centre del Carme de Cultura Contemporània (CCCC) para "vaciar" la mirada repleta de "prejuicios y clichés" que impregnan el mundo penitenciario con el objetivo de alejarse del "estigma del preso" y retratar a los internos "como cualquier otra persona".

La muestra, producida por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) y disponible desde este sábado en la Sala 2 del CCCC hasta el 25 de febrero de 2024, congrega algunas de las imágenes captadas por el artista, que durante tres años ha entablado relación con las personas presas y ha perseguido los "pequeños momentos" que se suceden en la prisión más poblada de España y segunda de Europa.

Belinchón, quien ha presentado la exposición este viernes acompañado por el director del CMCV y del CCCC, José Luis Pérez Pont, ha explicado que este proyecto nació durante la pandemia de Covid-19 cuando sintió "claustrofobia a causa del encierro". Esta sensación, ha asegurado, le "impregnó a la hora de abordar" una exposición que ha supuesto un "reto" en su carrera, pues ha intentado "ir a contracorriente y mostrar una realidad a la que el público no está acostumbrado".

Una mujer frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània.Rober Solsona / Europa Press
17/11/2023

Una mujer frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona / Europa Press 17/11/2023 / Rober Solsona

Una mujer frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània.Rober Solsona / Europa Press
17/11/2023

Una mujer frente a una de las obras de la presentación de la exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona / Europa Press 17/11/2023 / Rober Solsona

En este sentido, ha invitado a quienes visiten la muestra a hacerlo "libres de los prejuicios que nos llegan desde las películas, las series y la literatura" sobre el mundo penitenciario. "Las películas te muestran el lado más morboso", ha señalado, y ha apuntado que, aunque "no es que no haya de eso" en las prisiones, también hay gente "fuera" que "tiene la suerte o la habilidad de que no los han cogido".

Precisamente, para "no volver a caer en el estereotipo" sobre las cárceles, Belinchón plasma los nombres y algunos momentos vitales de las personas presas, pero no menciona los delitos por los que se les condenó. "No me interesa y no quería que me condicionaran. Yo trato con personas y los delitos y los años de condena los ha juzgado un juez. No es mi causa, no es mi guerra", ha sostenido.

El fotógrafo ha destacado que la parte que más le ha "sorprendido" de este trabajo ha sido el "trato" con los presos, "cómo se abren y cómo están dispuestos a participar en cualquier actividad que se les proponga", al tiempo que ha reconocido que entró en la prisión con "miedo" como "como cualquier persona que entra en un mundo desconocido" y estuvo una semana "sin sacar la cámara".

"HAY VIDA MÁS ALLÁ DE LOS MUROS"

"Cuando me adapté, revisé el material de un año. Todo me interesaba, pero comencé a buscar y a centrarme en los momentos de libertad que tienen los presos dentro de ese ambiente y esa vida en unas instalaciones que suponen todo lo opuesto porque son claustrofóbicas y les someten a un control de su tiempo", ha recompuesto, y ha agregado que su deseo era "ponerse en el lugar" de los internos para comprender cómo se puede "intentar vivir lo mejor posible dentro de ese control". "Hay vida más allá de los muros", ha resaltado.

Por su parte, Pérez Pont se ha referido a la obra de Belinchón como un trabajo "impecable" que muestra una "realidad compleja y una parte de la sociedad que habitualmente queda oculta a los ojos ciudadanía tras unos muros infranqueables".

"En el Centre del Carme creemos en el arte como una manera de adentrarnos en realidades complejas, desmontar prejuicios y motivar a la reflexión", ha manifestado, y ha afirmado que esta propuesta "brinda una oportunidad única" para explorar "la naturaleza ambivalente del ser humano, especialmente su deseo de libertad, en unas condiciones extraordinariamente duras".

"DA QUÉ PENSAR"

La muestra está dividida en dos espacios. En el primero de ellos, Belinchón ha creado cuatro "bloques relacionados con la libertad". En el centro del espacio, imágenes de diversos objetos requisados en los cacheos --acompañadas de partes de funcionarios-- tratan de mostrar las formas en las que los presos, "con el instinto de supervivencia al límite, tratan de hacerse la vida más fácil allí dentro".

Varios retratos en primer plano, junto a unas palabras de sus protagonistas en las que relatan el recuerdo más feliz de su infancia, buscan "humanizar al preso al tratarlo como una persona". "Me interesa ese contraste entre la imagen actual y el recuerdo", ha recalcado el fotógrafo valenciano, quien ha mencionado la historia de un hombre que aseveraba ser feliz cuando con nueve años empuñó un arma durante un atraco o de una mujer que reconstruye el momento en el que su padre "la salvó de su tío, que era un depredador sexual". "Da qué pensar", ha apostillado.

17/11/2023 El fotógrafo Raúl Belinchón posa durante la presentación de su exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona - Europa Press

17/11/2023 El fotógrafo Raúl Belinchón posa durante la presentación de su exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona - Europa Press / Rober Solsona - Europa Press

17/11/2023 El fotógrafo Raúl Belinchón posa durante la presentación de su exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona - Europa Press

17/11/2023 El fotógrafo Raúl Belinchón posa durante la presentación de su exposición 'Algo parecido a la libertad', en el Centre del Carme Cultura Contemporània. Rober Solsona - Europa Press / Rober Solsona - Europa Press

En otra de las paredes, un "'collage' asimétrico" recoge "diferentes situaciones cotidianas que podrían ser situaciones que ocurrieran fuera de los muros de las prisiones": personas tomando el sol, rezando, cocinando, estudiando paseando a unos perros, en una piscina o en un gimnasio, entre otras. "Para no olvidar que se encuentran en una prisión, en la parte superior he colocado una fotografía de una cámara de vigilancia", ha resaltado Belinchón.

Por último, pueden observarse unos imágenes en una especie de tragaluz que, según ha aclaro su autor, es un espacio "muy próximo a las celdas". "Las imágenes están tomadas momentos antes de que estas personas fueran encerradas en las celdas, de que los 'chaparan' o 'les metieran el cerrojazo'", ha apuntado, y ha agregado que ha pretendido ilustrar el "control que se tiene sobre la libertad" de los presos.

El otro espacio refleja la prisión de Picassent como un "monstruo". No obstante, no se trata de imágenes de "espacios sórdidos u oscuros, sino que son lugares bastante luminosos", ha declarado el fotógrafo, que quería marcar una "diferencia frente a las cárceles tercermundistas o aquellas que aparecen en el mundo del cine".

"LLENAR LAS CÁRCELES DE PROFESORES"

"El mundo penitenciario no deja de ser una representación de lo que tenemos fuera, pero estas personas han nacido en unos entornos determinados y muchos no saben ni leer ni escribir", ha contado, al tiempo que ha resaltado que, tras visitar la cárcel, ha salido "con la sensación de estar en un instituto". Al respecto, ha defendido que "las cárceles se tendrían que llenar de profesores y de educación": "Esta gente está dentro y tiene que volver al exterior. Si se les castiga se volverá más rebotado", ha argumentado.

Al acabar su trabajo, ha entregado una fotografía en papel a los internos y le consta que "muchos están muy agradecidos y han colgado las imágenes en sus celdas o se las han dado a sus familiares". Para Belinchón, esta acción era una especie de "moneda de cambio" por haberse dejado retratar y haberle contado sus historias.

Próximamente, ha concluido que le gustaría hacer visitas guiadas de 'Algo parecido a la libertad' con los presos para "poderles enseñar y contar" la exposición, organizar algún taller en la prisión o recoger las imágenes dentro de algún material audiovisual.

 
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