Las celebraciones navideñas y las comidas de empresa llenarán los restaurantes de Alicante este mes de diciembre

Alicante

La hostelería de la ciudad de Alicante afronta con optimismo y unas magníficas previsiones uno de los meses más importantes para el sector con las comidas y cenas de empresa o las reuniones de familiares y de amigos.

Desde la Asociación de Restaurantes de Alicante, ARA, señalan que "hay un ambiente muy bueno en este momento en la ciudad" y aseguran que "muchos establecimientos ya están completos para la comida de Navidad y la de Año Nuevo, así como los grandes espacios que abrirán para Nochevieja con cenas y fiestas con cotillón".

María Luisa Rivera, vicepresidenta de ARA y dueña del restaurante La Sastrería, explica que, como es tradicional, los viernes y los sábados son los días más escogidos por los grupos para estas celebraciones navideñas y asegura que tras la pandemia, la tendencia ha cambiado y que se prefiere más la comida y tardeo que la cena. De hecho, asegura, las reservas de grandes grupos se están concentrando a mediodía, quedando la noche menos solicitada o con grupos más reducidos.

También ha asegurado que en Nochebuena, las familias tradicionalmente se reúnen en sus propias casas y que los restaurantes, por lo general, cerrarán esa noche. "También tenemos que pensar en nuestros trabajadores, que merecen pasar esa noche con sus familias" recuerda Rivera.

Con respecto a los precios, Rivera señala que la inflación ha obligado a incrementar los precios de los menús, aunque sin repercutir todo el aumento de costes que han sufrido los hosteleros en productos como el aceite, la leche, los huevos, la carne o el pescado. Lo que han hecho, indica, es apostar por productos más económicos. "Si antes dábamos solomillo de ternera, ahora damos solomillo de cerdo", declara. A pesar de ello, cree que este año será mejor incluso que el anterior.

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María Luisa Rivera ha mostrado también su descontento por las diferentes obras que está realizando el Ayuntamiento de Alicante en la ciudad que afectan a las propias terrazas de los restaurantes, sobre todo los de la Explanada, lo que repercute negativamente en la afluencia de grupos y turistas.