El patinete eléctrico no puede subir al tren

València

Querámoslo o no los patinetes eléctricos se han convertido en una realidad en el complejo sistema de movilidad de las ciudades. Y aunque es un modo de desplazamiento mucho menos saludable que por ejemplo la bici, sí al menos contribuye a reducir las emisiones de CO2 que produce, por ejemplo, el tráfico motorizado. Solo por eso deben ser bien considerados, independientemente de que algunos usuarios muestren poco interés en cumplir las normas.

Lo que no tiene mucho sentido es que, si el uso está extendido, los operadores públicos de transporte prohíban su entrada solo por un miedo quizás exagerado a que se incendien las baterías. Recordemos que expertos ya han dicho que ese riesgo es mínimo. El problema es que el uso combinado de autobús y patinete, o de tren y patinete es la única alternativa de transporte que tienen miles de personas que trabajan en lugares alejados de paradas o de estaciones. Solo por eso debería reconsiderarse esa prohibición.