La Torre dels Pares de Gandia se podrán visitar a partir de la primavera
La intención del Ayuntamiento es que la Torre dels Pares se pueda visitar en unos meses
Visita de las autoridades municipales a la Torre dels Pares de Gandia. / Natxo Francés
Gandia
La Torre dels Pares se podrán visitar a partir de la primavera. Las obras de la última intervención en este edificio declarado como Bien de Interés Cultural ya han finalizado. Recordemos, un proyecto de restauración con una inversión de 750.000 euros. Según ha indicado la concejala de Patrimonio, Alícia Izquierdo, la actuación se ha basado en la reparación de los techos y forjados; además de la eliminación de algunos elementos instalados durante el siglo XX en el edificio. La intención del Ayuntamiento es que la Torre dels Pares se pueda visitar en unos meses.
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Alícia Izquierdo, la concejala de Patrimonio
Tal y como ha señalado el concejal de Urbanismo, Vicent Mascarell, para el gobierno municipal, el mantenimiento de l’Alqueria de la Torre dels Pares ha sido una prioridad.
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Vicent Mascarell, concejal de Urbanismo
Las obras de consolidación suponen, aseguran los concejales, un paso más en la recuperación de l’Alqueria de la Torre dels Pares, pero todavía son necesarias otras intervenciones. El consistorio buscará recursos de otras administraciones para poder finalizar la restauración, pero, por ahora, las últimas obras ya aseguran su visita.
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Alícia Izquierdo, a la concejala de Patrimonio 2
Un poco de historia
Pocos meses después de la compra del ducado de Gandia, hacia finales de 1485, la familia Borja empezó a incorporar a su patrimonio varias propiedades rurales. Una de ellas fue la alquería de los hermanos Balaguer, situada dentro del término de la villa, más allá del río.
Posteriormente, la propiedad fue legada por Francesc de Borja a la Compañía de Jesús para sufragar los gastos de la Universidad de Gandia, las actuales Escuelas Pías. Pocos años después, en 1605, los jesuitas iniciaron la construcción de la Torre de los Padres en un solar deshabitado dentro de la finca, que pronto ya contaba con varias edificaciones a su alrededor donde los miembros de la Compañía residían.
“Entre otros, el complejo contaba con su propia capilla, cocina, aposentos y todas las instalaciones necesarias para explotar las amplias y fértiles tierras a su alrededor. En los planos más antiguos que conservamos de la heredad, se observa como el cultivo mayoritario fueron las viñas y olivos. También que la alquería contaba con una acequia propia. Hasta la expulsión de los jesuitas en el siglo XVIII, esta propiedad fue una de las más ricas del ducado”, ha explicado Joan Negre.
