Las Kellys de Benidorm-Marina Baixa: "Hay un grave problema de relevo generacional en el oficio"

Alicante

La Asociación de Kellys de Benidorm - Marina Baixa lamenta que, pese a los grandes esfuerzos por mejorar las condiciones de las trabajadores durante muchos años, "se ha conseguido bien poco" y que "todas esas condiciones que están exigiendo como la regulación de la carga de trabajo para evitar lesiones siguen a la orden del día".

De hecho, este colectivo de camareras de piso recibía esta semana el premio a la innovación turística, en este caso a la "innovación social y no a la tecnológica", por su capacidad de llegar hasta el Parlamento Europeo y lograr el compromiso de mejorar su situación por parte de las empresas de alojamiento. Aseguran que fue "una sorpresa" y un momento "muy emocionante" el recibir este reconocimiento del Instituto de Investigaciones Turísticas (IIT) de la Universidad de Alicante.

Yolanda García, portavoz de la asociación, señala que las dolencias, el estrés o la ansiedad no tienen que formar parte de la nómina de ningún trabajador. Por el contrario, asegura que ahora ya no hay tantos contratos eventuales y que la mayoría de las camareras de piso son "fijas discontinuas". Pese a ello, afirma que los hoteles siguen externalizando el departamento de pisos.

Señala que 2023 ha sido un año muy duro para las Kellys, sobre todo este verano y los últimos puentes, con ocupaciones previas a la pandemia, en los que se han producido "muchas bajas". El promedio de habitaciones por camarera de piso oscila entre las 23 y las 26 habitaciones por trabajadora en una jornada.

Yolanda García explica que los Comités de Salud deben tomar nota y se estudien las cargas de trabajo de las camareras de piso, admite que no se cumple la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que no se hacen planes preventivos. "Nos suben el salario por convenio pero la carga de trabajo no se controla" lamenta.

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Además, considera que hay un grave problema, que es el factor generacional, el cual llevan advirtiendo en los últimos años. "Las trabajadores jóvenes no quieren dedicarse a este oficio por las precarias condiciones laborales y no se está tomando ninguna solución para que este trabajo sea atractivo" recuerda García.