Populares, ultraderecha y cultura
La Columna de Carlos Arcaya: «Populares, ultraderecha y cultura»
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Alicante
Lo sucedido en el Ayuntamiento de Orihuela -en donde el alcalde del PP ha tenido que rectificar una decisión de un concejal de Vox para que la Fundación Miguel Hernández conserve una subvención municipal de 6.000 euros con la que convoca su Premio Internacional de Poesía- demuestra lo poco que políticamente se valora la cultura.
Recuerden que, al inicio de este mandato, tanto en este consistorio como en otros muchos de nuestro país, incluida la propia Generalitat, las competencias de cultura las reclamó la ultraderecha y acríticamente, como si fuera la hermana prescindible, los populares se las concedieron.
El escándalo ha tenido que alcanzar una dimensión nacional -si no internacional- para que el primer edil haya tenido que hacer una encendida defensa de su figura más universal.
Desde que PP y Vox comenzaron a compartir competencias de gobierno, son las subvenciones culturales denegadas, las censuras o los vetos ideológicos lo que más ruido está produciendo.
A la ultraderecha, las críticas a esta ola reaccionaria le importan un "rebledo", que diría Ortega Smith. Por el contrario, la empodera, pero a los populares les convierte en "tristes hombres", coprotagonistas de estas "tristes guerras".
