Cristóbal Aguado (AVA): "Bruselas es la banda de música que tocaba en el Titánic" y la agricultura mediterránea "es el barco"

Valencia

Las pérdidas no fueron tan cuantiosas en 2023 como en 2022: 400 millones se han perdido, de los que 170 son por culpa de incidencias climáticas. El problema es que no hay visos de que el cambio climático se vaya a frenar, y los desastres climáticos suelen dejar secuelas en los cultivos que afectan a las cosechas futuras. Sin embargo, lamenta Aguado que el gobierno de España quiera recortar aún más las cobertura de los seguros agrarios y le recuerda que la Comunitat Valenciana es la que más aporta al 'agroseguro'. Y a eso suma la tibieza del gobierno de España ante las imposiciones de la Política Agraria Comunitaria, la PAC. Sus criterios son impracticables en explotaciones, como las valencianas, de pequeño tamaño.

Y eso influye muy negativamente no ya en el presente, sino en el futuro de la agricultura de la Comunitat Valenciana. Esas complicaciones, unidas a una rentabilidad escasa, explotaciones pequeñas, el clima... pueden ser la puntilla. Augura Aguado que cuando entre en vigor la PAC el abandono de tierras aumentará y los jóvenes no verán en el campo una opción de futuro.

Por cultivos: cítricos, uva, caqui, frutas de hueso, almendra, olivar, cereales... así hasta 20 han visto como sus producciones se han reducido drásticamente. En el caso de los cítricos, aquellos productores que han podido salvar la cosecha sí han tenido una buena campaña, a pesar de la competencia de los cítricos de países terceros. Cebollas y patatas han recuperado justito el umbral de rentabilidad. Tampoco ha sido un año malo del todo para el arroz, aunque la cosa va por variedades y zonas. Kiwis y plantas ornamentales también han salvado la campaña como el ovino-caprino, la avicultura de carne y la avicultura de puesta. Solo ha ido bien la cosa para las reses bravas, la agricultura ecológica y la chufa.

AVA está especialmente preocupada por las plagas. Porque a pesar de que el buen trabajo de empresas y administración ha permitido reducir drásticamente el impacto del cotonet, otras plagas como el 'Greening' (HBL) están ya en Italia y Chipre y podrían llegar a España en cualquier momento. También preocupa otra variedad de mosca que podría acabar con la mosca de la fruta, sí, pero cuyos efectos en los frutales serían peores.

Sin embargo, sobre la denuncia de la Unió Llauradora de que por los puertos de València y de Castelló están entrando cítricos de países terceros sin el debido control fitosanitario y con las tasas bonificadas, Aguado le ha restado importancia. Afirma que el coladero es el puerto de Rotterdam, que puede que esté entrando algo por los puertos españoles pero en muy poca cantidad "el chocolate del loro", ha dicho. Y ha concluido afirmando que él no entrará en una guerra con los puertos.

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Cristóbal Aguado ha anunciado que harán una campaña de concienciación de la importancia de votar en junio en las próximas elecciones europeas, porque el futuro de nuestra agricultura pasa por Bruselas, pero que lo harán sin llamar a votar a ningún partido.

AVA da por muerta a la Huerta de Valencia, que en los últimos años ha perdido a la mitad de sus agricultores, porque la protección excesiva impide que sea rentable. Si no hay cambios que permitan su explotación sin costes excesivos y con mecanización la huerta, que hoy se mantiene gracias a los agricultores, desaparecerá. En ese sentido, preguntado por la capitalidad verde de València, ha mostrado recelos a que se quiera convertir l'Albufera en reserva de la biosfera por parte de la Unesco. "El ecologismo radical", ha apuntado Juan Salvador Torres, que es el secretario general de AVA, "siempre acaba igual: con reducción de tierras de cultivo y aumento de precios para el consumidor".